A beloved wife o el cine difícil de Japón

Cine caribe

La ví porque cruzaba el Atlántico en un vuelo internacional. Sin Covid-19, vacunado y con prueba de menos de 72 horas.  Con todo esto, me senté a ver una película que no da placer alguno, que por casi dos horas, uno se sienta a verla sin entender por qué la ve.

A beloved wife (Dir. Shin Adachi, Japón, 2020) nos cuenta la vida de un matrimonio venido a menos entre una pareja que a penas llegan a 30 años.  La historia de Gota (GakuHamada) cuya esposa Chika (Asami Mizukawa), lo detesta a muerte. Ni lo quiere, ni hacen el amor, ni se va.  No entiendo, ¿cómo vivir con tanto sufrimiento?

Pues Gota/Hamada es un guionista de cine que nadie quiere.  Le dan una historia por hacer, y lo dirigen al norte de Japón. Allí se va de viaje junto a su esposa e hija, y todo empeora.  Todo empeora.

Al final, como mucho del cine de realismo social japones, no hay una resolución de “estamos mejor ahora que al principio”. En realidad estamos peor.  Pues bien, si usted quiere sufrir, del duro, de forma tóxica, por espacio de casi dos horas, vea esta película. Yo sigo sin entender su propósito. Esto, aclaro, me comienza a preocupar del cine de Japón, que cada vez comprendo menos su intención.  

Usted ve esta película a su propia discreción.