Ante las listas, las víctimas y la censura, ¿será necesario una reforma de la justicia?

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) El problema no son las listas, ni tampoco las víctimas de algún tipo de acoso sexual, como tampoco los acusados carecen de derechos constitucionales. El problema real yace en que el sistema de justicia criminal de Puerto Rico se ha quedado atrás en comprender los cambios tecnológicos, y como los mismos afectan hoy los derechos constitucionales que tienen tanto las víctimas como las personas que cometieron el acto delictivo.

Ante este cuadro, urge refundar el sistema de justicia criminal.  Empecemos con la obligatoriedad de los operarios de la justicia, los jueces y juezas, quienes controlan los tiempos de los casos. Las dilataciones solo se evitan hoy en Puerto Rico, si los casos son transmitidos por televisión o presenciados por la prensa. En el resto de los casos, las dilataciones tienen un efecto normal en los tiempos del derecho y su ejecución.

Por otro lado, la falta de interés por parte de los fiscales o la policía, de hacer investigaciones más complejas, nos pone en un predicado tipo limbo. Las famosas listas de acosadores, existen porque se reclama que la policía no actúa como deberia en los casos que tiene ante sí. Igual resulta para los fiscales. No obstante, y pese a las reformas recientes (por ejemplo, en todo caso de violencia de género debe de haber un fiscal presente en todo momento), sigue habiendo un alto grado de insatisfacción.

Pero lo más importante hoy, es educar tanto a las víctimas como a las personas agresoras, de la cultura de derecho que nos afecta de una forma u otra, a todas y todos.  No es posible pensar que cuando uno tiene un agravio, publica en una lista de redes sociales el nombre del acusado y ya se resolvió todo.  Tampoco es posible pensar, que cuando a uno lo acusan, o uno se automargina o comete un  grave error como es privarse de la vida (ese fue el caso de José “Fofito” Morales, acusado en la red social #yoteacuso).

Es momento de pensar de otra forma. Ni a favor de censurar las listas, ni a favor de mantenerlas abiertas. Si a favor de reestructurar el sistema de justicia criminal del pais para que responda a los nuevos tiempos y a las nuevas practicas culturales. Pensemos.