[El llanto de la lluvia en septiembre]

Cultura

(San Juan, 12:00 p.m.) Llueve y la nostalgia se apodera de mi ser. Por la ventana puedo ver caer las fuertes gotas sobre las hojas de guineo, las palmas de coco y el flamboyán de la vecina. Es el primer aguacero de septiembre, y la montaña huele a campo, humedad, a brisa fresca. Las bromelias rosadas reciben el agua con alegría, y llenan sus conos, para cuando salga el sol.

Llueve y los lirios alegres entonan una canción. Mientras tanto, en silencio miro al infinito, pienso en los que se han ido y dos lágrimas ruedan por mis mejillas.