Una palabra que dormía cuando la oímos
se desliza bajo la fronda;
Paul Celan
Fueron enterradas mis rojas manos
absurdas ceras amanecidas
desde el fondo
la luz contemplativa
de la pregunta
contra la clara ventana
de la gran pronunciación
muerte azul
aspiré
Playa que juega
con el cansancio de la olas
recuerdos quedan en el limbo
de la noche
eterno pensamiento
de fiebre tibia
alma que llena ojos de mar
a la orilla sombra del cuerpo amarillo
del sendero intranquilo
de la espuma divina
juegan olas
juegan a conocer la otra parte
Apenas leí
el discurso tibio
de la oscuridad larga
limbo nostálgico
de los años
del tiempo
de los dominios
de la agonía
Un canto que atravieso como un túnel.
Alejandra Pizarnik
Algo sigue gimiendo
en las pestañas de la hiedra
Pasó el tiempo
y arrullé la esencia del muerto
confundido en la armonía
Mis ojos grises
respiran estrellas
mis labios grises
respiran conchas
mis lágrimas grises
respiran primaveras
urge respirar otra vez
otras estrellas
otras conchas
otras primaveras
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Alejandra Pizarnik
He creado el sermón
de la sed, del agua, de la sangre
hace fuego mi cansancio de cenizas
el aire se ha volado
las campanas muertas
anuncian el frío
del vaso vacío
Mis dientes están cansados
de morder
de triturar tantos alfileres
La niña pared habla
de sus pasos cargados
por el dolor
risas agudas en el interior
de las imágenes suicidas
súbito abandono de la niña
Se desahoga la muerte muda
constelación de las mil caídas
malditas
vencidas
ardientes
ciegas
Descansa en la sospecha
equivocada ángel
glamour incierto
cuerpo encerrado
de gritos
de furia
de pólvora
Reposa el deseo de las sombras
estúpidas y necias
se esconden
hasta el fondo
se besan
Rostro desaparecido
piel rota
labios violentos
por un instante
lluvia de poemas
venas fugaces
luciérnagas puras
extrañas
se arrastraron en la manía
del último viaje
Deseo buscarte
más allá de los pálidos mezquinos
simplemente buscarte
en el mutilado escombro
del recuerdo
Tus pasos de lujuria
se pierden
en la sentencia de los sueños
La noche
el castigo
el perdón
tres melodías
expulsadas al paso del tiempo
De tus ojos salen
burbujas de hermosa muerte
dulces párpados de locura suerte
distraídas algas de lanudas estrellas
en calma en silencio
sin prisa
La mosca abraza
la boca maliciosa
del sostén triturado
en el cansancio
La esperanza
reducida
en los mil
espantos
Loco horizonte de dos
lenguas
abismo insensible de dos
oídos
desgarrado corazón de mil
cuentos
La tarde muerde
el adiós
los blancos jardines
se delatan
la historia se desploma
sobre los aceros
la mujer emerge
sobre el pez redondo
Descanso sobre el pálido sueño
escasas risas sostienen mi acordeón
habito en la mirada
en la música
en la melodía
del traje vacío
Fragmento del poemario La Máscara de un pájaro nocturno. Publicado en Letras Salvajes, Noviembre 2011.