En el natalicio de Pedro Albizu Campos

Cultura

(Ciudad México, 10:00 a.m.) Un día como hoy (12 de septiembre) del 1891 nació en el barrio rural y proletario de Tenería, en Ponce, en el sur de Borinken (Puerto Rico) Pedro Albizu Campos, hijo de madre boricua y padre vasco. Al momento de la invasión armada de Borinken por parte del imperialismo gringo tenía casi siete años.

Desde temprano brotó su inteligencia natural. Siendo becado por la Logia Aurora, bajo la influencia del patriota boricua José de Diego Martínez (Caballero de la Raza), para que estudiara estudios superiores en la Universidad de Vermont en Estados Unidos de América (EUA). Un profesor de esa institución viendo su sobresaliente inteligencia lo canalizó para que continuara estudios en la prestigiosa Universidad de Harvard, Boston, Massachusetts, EUA.

De esa institución egresó con cinco títulos universitarios, entre ellos doctor en derecho. Con el dominio de 5 lenguas (castellano, inglés, latín, griego y alemán) lo que lo hizo un políglota en todo el sentido del término. Para sufragar sus gastos trabajaba como traductor y como tutor de los estudiantes recién ingresados. Además sacó tiempo para apoyar la lucha de independencia de la nación de Irlanda y la de la India. Ardua y desafiantes tareas en una universidad que tenía fama de ser conservadora y reaccionaria. Pero, la vida le dio la oportunidad de ver ambas naciones independientes y aprender en el proceso las luchas por la libertad patria.

Por ser mulato se le negó el primer premio de su clase o generación de derecho al finalizar sus estudios. No obstante, quien recibió en primer premio reconoció públicamente que ese honor se lo merecía el mulato de Ponce.

Se graduó con el rango de Teniente en una escuela de La Legión Extranjera Francesa la cual aceptaba negros y mulatos. Se enlistó para ir a combatir a Europa en la I Guerra Mundial. Decisión de la cual se arrepintió al ver la cuasi esclavitud en la que vivían los negros norteamericanos en el sur de ese país.

Rehusó ofertas para que trabajara en el cuerpo diplomático de EUA, entre ellos ser embajador de ese país en México. También rehusó ofertas para que trabajara en el gobierno colonial de turno en Puerto Rico.

Recién llegado a su patria (1921) estableció un despacho legal desde el cual atendía a los desposeídos. En el 1927, ya como Vicepresidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR), salió en un periplo político por Latinoamérica y el Caribe para demandar la independencia de su patria. Visitó a México, Cuba, Venezuela, Panamá y Perú de donde era su combativa y brillante esposa Laura Meneses. En Cuba, donde se celebraba un congreso periodístico, demandó la salida de las fuerzas armadas invasoras de la República de Haití, la independencia de Puerto Rico; y atacó la dictadura de Machado en Cuba. Por lo último el gobierno dictatorial lo quiso encarcelar. Evadió la encarcelación refugiándose en un buque mercante mexicano en el cual llegó a México. Ya en tierra mexicana estuvo cercano a un encuentro político con el presidente mexicano en función

En el 1930 fue electo presidente del PNPR. Y mientras subía la escalera  hacia la tarima para dar su discurso fue arrancando las banderitas de EUA que adornaban la misma. Y dijo: “que esa bandera no merecía respeto en Puerto Rico porque simbolizaba la esclavitud política en su patria”. Estableciendo un precedente que hasta hoy se mantiene. Además dijo: “Que el PNPR era la patria organizada para la reconquista de la soberanía” “Y que no podía haber colaboración con el sistema colonial ni con el imperial.”

En el 1934 dirigió victoriosamente la huelga de los trabajadores de la industria de la caña de azúcar, Los trabajadores fueron a buscar su apoyo legal y político ante la negativa y traición del Partido Socialista de Puerto Rico y su liderato que eran anexionistas. Es decir, querían convertir a Puerto Rico en una provincia de EUA.  Esa huelga resultó ser la primera derrota de los grandes monopolios (Trust) azucareros en América y el Caribe.

Además, planteó la tesis legal, hasta ahora imbatible, de que la presencia de EUA en Puerto Rico era ilegal. Impugnando el Tratado de Paz de París del 10 de diciembre de 1898 ya que los puertorriqueños no participaron en las negociaciones que dieron lugar a ese Tratado. Y porque España no le pudo ceder a EUA lo que ya no le pertenecía (Puerto Rico) en virtud a que mediante la Carta Autonómica del 1897 la nación puertorriqueña había adquirido personalidad jurídica internacional con atributos soberanos. Que Puerto Rico era una nación ocupada militarmente Y que como tal, de acuerdo al derecho internacional, tiene el derecho de usar todos los medios para la reconquista de su soberanía.  

Por lo anterior el presidente Franklin Delano Roosevelt de EUA mandó a un cuerpo de militares especializados en la represión política, entre ellos al general Blanton Winship a quien nombró gobernador de la colonia; y al coronel Francis Riggs a dirigir la policía colonial de Puerto Rico. Riggs,  inmediatamente militarizó ese cuerpo represor. Expresando que iba a acabar con el nacionalismo a tiros. Acto seguido comenzó con la represión matando unos estudiantes nacionalistas a la salida de la Universidad de Puerto Rico que salían de un acto político. Lo que se conoce como la Masacre de Río Piedras.  Albizu juró en el sepelio que ese asesinato no quedaría impune. También expreso: “El valor más supremo del hombre es el valor mismos” Días después un comando de dos estudiantes nacionalistas ejecutaron al comandante Riggs cuando regresaba de la iglesia a su domicilio. Fueron arrestados y casi inmediatamente asesinados en el cuartel de la policía de San Juan.

Así finalizó la vida del esbirro (Riggs) que tuvo que ver directamente con el asesinato del nicaragüense  Augusto César Sandino, el General de Hombres Libres. El primero que derrotó directamente a las fuerzas militares imperiales gringas en Latinoamérica en el siglo XX.

La represión policiaca fue complementada con la legal. Don Pedro y la directiva principal del PNPR fueron acusados por conspiración para derrocar al gobierno de EUA en Puerto Rico por las armas. En el primer juicio no hubo veredicto condenatorio. Y en un segundo juicio espurio y totalmente prejuiciado fueron encontrados culpables por un jurado gringo. Y sentenciado a 10 años de presidios en las mazmorras del imperio. Dentro de la prisión le ofrecieron a Don Pedro ser el primer gobernador colonial electo por el pueblo puertorriqueño del nuevo proyecto colonial gringo que se conocería como el Estado Libre y Asociado de Puerto Rico (ELA) Que tendría una gran autonomía que casi equivaldría a la independencia. Lo único que tenía que hacer era renunciar a la soberanía. Don Pedro  y la directiva nacionalista se negaron rotundamente. Ante su negativa el gobierno imperial recurrió al apóstata Luis Muñoz Marín para crear el embeleco colonial del ELA.

Al llegar al puerto de San Juan (1947), luego de cumplir su sentencia, una periodista le preguntó ¿Cómo se sentía luego de tantos años de ausencia? La Conciencia de Puerto Rico le contestó: “Yo  nunca he estado ausente de la patria”. Un oficial de aduana le preguntó si traía alguna semilla. Don Pedro le contestó: “Vengo con la misma semilla con la que me fui.”

Sabiendo del fraude al derecho internacional que se estaba gestando con el ELA y de todo un proyecto de arresto y encarcelamiento en masa del brazo militar nacionalista, el 30 de octubre se vio obligado a adelantar la Revolución que dirigió a distancia desde San Juan burlando el cuerpo de detectives coloniales y al FBI que lo vigilaban y seguían por todas partes las 24 horas del día los 365 días del año.  La Revolución Nacionalista proclamó por segunda vez la República de Puerto Rico en el pueblo de Jayuya por voz de la patriota Blanca Canales. Con el entendido que era la continuación de la República proclamada en el Grito de Lares (23/septiembre de 1868) contra el imperio español.

El gobierno colonial de turno tuvo que activar las fuerzas blindadas (tanques, cañones, morteros y ametralladoras) y la fuerza aérea militar para sofocar la insurrección que se había esparcido por varios municipios (Jayuya, Utuado, Arecibo, Peñuelas, Ponce, Ciales, Naranjito, Lares, Mayagüez, San Juan) de la isla. El imperio gringo usó por primera vez sus aviones de combate jets o de propulsión a chorro bombardeando los pueblos en donde se concentraban los nacionalistas (Jayuya y Utuado) (Posteriormente los usó contra los coreanos del norte en la Guerra de Corea, 1950-1953).

En San Juan, capital de Puerto Rico, un comando de nacionalista dirigido por Raimundo Díaz Pacheco, atacó La Fortaleza, casa oficial del gobernado colonial en busca de arrestar al mayordomo principal de la colonia, Luis Muñoz Marín. Por más de una hora se enfrascaron a tiros con el cuerpo de seguridad del mayordomo y con el FBI. Del desigual combate solo sobrevivió el nacionalista Gregorio Hernández por la pronta y atinada intervención  de un periodista presente. ¿Y dónde se encontraba el mayordomo mayor colonial durante el combate?  En el baño de su oficina luego de gatear para llegar. Según un testigo presencial  que era parte del gobierno.

A unas calles de distancia las fuerzas represivas coloniales e imperiales trataron de asesinar a Don Pedro Albizu Campos que se encontraba en su casa acompañado de las nacionalistas Doris Torresola y Carmín Pérez. Y por Álvaro Rivera Walker, quienes resistieron con armas cortas. Por tres noche y cuatro días desde las azoteas de las casas continúas los esbirros ametrallaron y bombardearon con gases lacrimógenos la residencia de la Conciencia  Puertorriqueña.  Doris resultó herida de bala lo que dio lugar a que le permitieran salir auxiliada por Carmín. Quedando solo Don Pedro con Álvaro, quien en su momento sacó un paño blanco atado al palo de una escoba para rendirse por estar desmayado El Maestro como consecuencia de los gases tóxicos.

La Revolución se extendió al propio territorio diz que gringo. El 1 de noviembre de ese año un comando de dos nacionalistas (Gricelio Torresola y Oscar Collazo) se internaron en la Casa Blair (sustituta de la Casa Blanca cuando esta se encuentra en reparación) para ejecutar al presidente gringo Harry S. Truman por ser el ejecutivo que dirigía la política imperial contra Puerto Rico. - El mismo que casi un lustro antes ordenó arrojar inmisericordemente bombas atómicas contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki – Griselio Torresola murió en el fallido magnicidio y Collazo sobrevivió a tres impactos de balas. Fue sentenciado a morir electrocutado por la diz que justicia gringa. Por su parte un agente del servicio secreto de los que custodiaban a Truman murió y otro dos resultaron seriamente heridos. Con este sublime acto se rompió la propaganda oficial gringa de que lo que acontecía en Puerto Rico era una lucha interna entre puertorriqueños. Para establecer que era la guerra libertaria de los patriota boricuas contra el imperio gringo.

Durante la Revolución Nacionalista decenas de patriotas murieron y miles fueron arrestados por la policía colonial y por las fuerzas represivas imperiales. Muchos fueron encarcelados vilmente, entre ellos Don Pedro Albizu Campos. Por la gran campaña internacional que demandaba su libertad fue indultado en el 1953. Para volver ser encarcelado en el 1954 como consecuencia del ataque armado al Congreso de EUA en sesión por un comando nacionalista compuesto por Lolita Negrón, Irving Flores, Andrés Figueroa Cordero y Rafael Cancel Miranda  que demandó la independencia de Puerto Rico mientras enarbolaban el lábaro patrio puertorriqueño. Al cual calificó Don Pedro como “un acto sublime revolucionario”.

En el 1964 fue indultado nuevamente por su precaria salud (como consecuencia de la radiación que le aplicaron ilegalmente para minarlo) y por el temor imperial que de morir encarcelado pudiese ser el detonante de otra revolución. La Conciencia Puertorriqueña, el Maestro, Don Pedro, como amorosa y respetuosamente lo llama su nación, dejó de existir físicamente el 21 de abril de 1965 para pasar a la inmortalidad. El que muchos consideran como el último libertador americano del siglo XIX y el primero del siglo XX.

Otro gran revolucionario, el argentino/cubano Ernesto Che Guevara, en el pleno de la Organización de las Naciones Unida, expresó: “Don Pedro Albizu Campos es símbolo vivo de la América irredenta, pero indómita. La delegación cubana rinde honores a ese puertorriqueño que reivindica a Nuestra América.”

¡¡GLORIA ETERNA AL MAESTRO DON PEDRO ALBIZU CAMPOS!!

PA´LANTE.

En Cuajinicuilapa, Guerrero, México, a 12 de septiembre (Día de los Niños Héroes) de 2021