(San Juan, 12:00 p.m.) “Este caso es un bochinche, eso y nada más”. Así describió el licenciado José Andreu Nieves, el pasado miércoles, el pleito del estado contra el expresidente de Universidad de Puerto Rico, Urayoan Walker Ramos , y el exrector de Rio Piedras, Carlos Severino Valdés. No me puedo olvidar de esas palabras, pues cada día que pasa, en un pleito que por minuto pierde toda razón de ser y veracidad, uno se pregunta si este bochinche, levantado por ciertos profesores de la Escuela de Derecho, merece continuar.
En el día de ayer, testificó, el profesor de derecho Luis Enrique Rodriguez. Este había sido impugnado desde el miércoles, pues su testimonio era repetitivo, y no avalaba nada en relación al testimonio del también profesor de derecho, Hiram Meléndez, quien habia participado ese día. Este no fue contrainterrogado por la defensa, toda vez que su testimonio había sido impugnado, por lo tanto de forma clara y repetitiva este dijo lo mismo que el día anterior había comentado el profesor Meléndez.
Dicho esto, los testimonios de dos profesores de derecho, se resumen a lo mismo: ambos profesores, estaban molestos con el programa de becas presidenciales de agostos del 2015, y objetaron el mismo en febrero del 2016, en una reunión de facultad. Por no ser parte del comité que evaluaba las becas, de conformidad con la Ley de la UPR de 1966, ni con la Certificación 72 sobre las becas, ni con otra reglamentación al respecto, su parecer es simplemente uno limitado y cualificado.
Por lo tanto, desde el martes en su testimonio la decana de asuntos académicos del Recinto de Rio Piedras, bajo la rectoría de Severino Valdés, la profesora Palmira Ríos, había informado que tanto los profesores Hiram Meléndez como Luis E. Rodriguez habían tratado de interrumpir en una reunión del comité de evaluación de las becas presidenciales, a la cual no estaban autorizados a asistir ni habían sido invitados.
Lo que parece un asunto de poca monta es posiblemente un ángulo a investigar: los hoy acusadores contra Walker Ramos y Severino Valdés, en aras de probar su punto intentaron todo incluyendo violentar el orden administrativo y participar en reuniones para las cuales son tenían ninguna autoridad en ley. Esto puede parecer normal, pero desde el martes la Dra. Ríos se había distanciado del asunto.
Este pleito es realmente hablando un bochinche entre profesores de un bando, contra profesores y funcionarios de otros bandos. Es un pleito sin sentido, en el cual la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras es la parte más perdidosa. Pensemos.