West Side Story o la misma falta de criterio 60 años despues

Cine caribe

Fui a ver esta película en contra de mi propia voluntad.  Sobre todo, bajo la sospecha de las palabras anti sublimes del director de la misma que pregonaba que se había hecho todo con mucho cuidado en reconocimiento a los puertorriqueños.  Peor aún, cuando comienzo el tour mediático, y empolvaron a una nonagenaria actriz para afirmar que 60 años despues volvía a participar en la película, se sentía emocionada y con ganas de ir al baño. No me invento nada, lea la prensa y vea lo que se dijo de este relanzamiento.

West Side Story (Dir.  Steven Spielberg, EE.UU, 2021), es un relanzamiento de la versión clásica anterior que musicalmente dirigiera  el maestro  Leonard Bernstein (Dir. Robert Wise y Jerome Robbins, EE.UU., 1961). La película se basa en una interpretación de Romeo y Julieta, en la cual se examina dicha historia a partir de la lucha intra barrial de los pobres, por el control de su territorio.  Los Jets, blancos polacos o italianos versus los Sharks, que son los puertorriqueños.  En el 1961, una mirada prejuiciada a la violencia de los grupos no dominantes, en el 2021 el mismo error. No lo superaron. Terrible.

Lo interesante es que 60 años despues, no salió nadie a piquetear esta película. Lo mejor que han hecho es no apoyarla. La nueva versión con un presupuesto de $100 millones, no ha logrado generar más de $27 millones, lo cual la posiciona como un fiasco económico luego de casi un mes de presentarse en los cines.

El problema fundamental de West Side Story, versión 2021, es que no modifica en nada las críticas que se le hicieron a la primera versión en el 1961.  Sobre todo, la mirada racista de los hombres (ojo dije hombres) empresarios del cine americano, que buscaban en dicha producción reproducir los estereotipos y diferencias entre las distintas culturas etno-nacionales. 

En fin que si usted no cree en el fascismo, no debe leer a Martin Heidegger, por buen filósofo que sea. Si usted le gusta al cine, no debe promover a Leni Riefenstahl, por extraordinaria cineasta que haya sido. Ambos fueron intelectuales orgánicos del mundo de opresión y destructivo del nazismo alemán.

Por lo que, cantar la borinqueña revolucionaria en la nueva versión de West Side Story no apeló a nadie.  Fue un gesto curioso, que desmembrado del Partido Nacionalista, de Albizu Campos agredido por radiación en la cárcel, de Griselio Torresola asesinado o Lolita Lebrón en prisión, no tiene ningún valor político. Si alguno, en ese contexto es mercadotecnia.

En fin, la ve si no tiene nada más que hacer.