Roberto Rodríguez Casillas [necesario en el Tribunal Supremo]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.) Una célebre frase de Camus señala: “Que una Sociedad que falla en conciliar la Justicia y Libertad; falla en TODO…” El nombramiento del hoy juez del Tribunal de Apelaciones, Hon. Roberto Rodríguez Casillas es uno excepcional, meritorio y necesario para nuestro más Alto Foro. Yo conozco al juez Rodríguez Casillas desde noviembre de 2005, cuando entonces era juez superior de la sala 202 de lo criminal del Centro Judicial de Carolina. El juez Rodríguez Casillas se caracterizaba por su temple judicial, conocimiento del Derecho Penal, pero sobretodo, por su humildad. El juez exhibe una humildad, que cada vez, es más escaza en nuestra judicatura. La toga, como el poder que otorga, magnifica los defectos en la personalidad de quien la lleva; en muchos o muchas acentúa la falta de circunspección, la soberbia y la prepotencia.

En el caso del juez Rodríguez Casillas es todo lo contrario, a medida que ha escalado peldaños profesionales, ha aumentado su humildad; y conciencia del privilegio y responsabilidad que conlleva llevar la toga. El poder haber presenciado a través de los medios el anuncio de su nombramiento por el señor Gobernador, me llenó no tan sólo de mucho orgullo sino también de mucha esperanza de que nuestro Tribunal Supremo, necesita jueces como el juez Rodríguez Casillas. Jueces o juezas que se han hecho paso a paso a través de la carrera judicial, y han pasado por cada uno de sus escalones. No han llegado en paracaídas por bendición de sus superiores en la legislatura o en la campaña para la Fortaleza.

En la figura del futuro Juez Asociado Roberto Rodríguez Casillas tenemos a un juez que no tan sólo tiene las credenciales académicas, sino que además cuenta con una extensa experiencia en el fragor del litigio; en el día a día del trabajo de una sala superior de Justicia. El trabajo de la secretaria de sala, conserjes, alguaciles, abogados y abogadas, procuradores y procuradoras, trabajadores sociales, fiscales, y jueces o juezas. Es el trabajo que hay que haberlo hecho, para entenderlo, pero sobretodo, para poder apreciar el valor de cada componente de la Rama Judicial, una de nuestras tres ramas de gobierno republicano y constitucional.

Escucharemos de algunos que hace no hace falta otro juez o jueza en el Tribunal Supremo de Puerto Rico, a esos le digo que del calibre, temperamento e integridad del juez Roberto Rodríguez Casillas, Sí. Hacen falta jueces y juezas formados intelectualmente, y profesionalmente, en el fragor cotidiano del litigio; experiencia que no se adquiere jamás como asesor, en las escuelas de Derecho o por linaje político.