(San Juan, 1:00 p.m.) Hemos seguido con interés el caso de Zulma Figueroa y Luis Ángel Colón, quienes se opusieron a cumplir con la regulación del gobierno de Puerto Rico al entrar al país por la vía aérea el pasado 2 de enero. Nos parece que es una lucha válida por la defensa de la libertad del ser humano frente al estado.
Ahora bien, al momento de ser arrestados hace dos noches, un grupo de manifestantes a favor de ellos, intervino con la prensa que cubría el evento. Lo hicieron bajo su derecho de libertad de expresiòn. Aunque al hacerlo, por lo que muestran los visuales, intervinieron con el derecho al trabajo de los periodistas así como con sus derechos de libertad de expresión y de información, los cuales también nos corresponden a nosotros, a las personas de a pie.
Lejos de promover una disputa sin futuro o sentido, es importante reconocer que ambas partes tienen derechos, y donde coinciden ambos, es en el derecho a la libertad de expresión. Por lo que, los que se manifiestan deben seguir haciéndolo, sin que nadie intervenga con ellos; mientras, los que cubren la noticia como periodistas, también tienen un derecho ha cumplir su tarea. Nadie puede juzgar el contenido simbólico ni sustantivo del derecho de expresión de la otra persona. Nadie.
Por lo que, como parte de un medio que cree, promueve y sustenta la diversidad de ideas, desde la pluralidad, y asumiendo la narrativa desde una mirada de las izquierdas amplias, nos tenemos que oponer a cualquier acto que intervenga contra el derecho de expresión de una persona. En este caso, de forma solidaria, nos oponemos a que se restrinja el derecho de libertad de expresión de los periodistas, que tambièn son gente de a pie, y al cubrir una noticia lo hacen como parte de un trabajo. Pensemos.