La gallina Andrea… con un solo huevo que pone hace Patria

Voces Emergentes

Los primeros huevos que mi gallina Andrea puso me hicieron cuestionar por qué los dirigentes del PIP y sus seguidores, no han tenido los suficientes huevos para adelantar la independencia. Tampoco ostentan la visión e inteligencia de Andrea, pues ella sabe, que, sin producción, no hay independencia alguna que valga.

Soy un artista plástico que vive del arte que produce pero que no es ajeno a la realidad circundante. Es por eso, que no entiendo la mentalidad del PIP y menos, la de sus seguidores, que salen cada cuatro años a darle vida artificial a un muerto. Ellos visualizan la independencia como un salto al vacío, porque ese vacío es el que el PIP, en setenta años, no ha sabido llenar. Pregunto ¿dónde hay una finca sustentable, una escuela sustentable, una red de paneles solares, una fábrica de productos hechos por este partido? En fin, a mi mente llegan las ideas sociales (no entro en sus postulados religiosos) que promovió en Estados Unidos, la Nación del Islam (NOI), para que los afroamericanos tuvieran una economía independiente a la de la nación que los discriminaba. El ideal era tener una nación independiente negra dentro de la llamada nación blanca. Pero dónde están los huevos del PIP, sigo preguntando. ¿Qué me voy a comer cuando llegue la independencia? En mi caso, estoy muy claro, porque siembro árboles en el espacio que ocupo. Además, tengo un pequeño huerto casero y disfruto los productos que cultivo, combinados con el placer que me brinda el arte. Cada cuatro años, los líderes del PIP, se proclaman defensores del ambiente y la agricultura, aunque no promueven su desarrollo. Resulta increíble que nuestros vecinos haitianos, aún en su pobreza, son más autosuficientes que nosotros.

Si el concepto de independencia es el de usar una camiseta con la mono estrellada, poner una bandera en la casa, o pintar una en cada pueblo del archipiélago, pues los felicito. Con esas acciones, ya Puerto Rico es una república. No obstante, la independencia requiere y exige trabajo, para que cuando por fin la logremos, sea una exitosa. De qué sirve arroparse con la mono estrellada, desde un tiempo blanca y negra, si no cultivamos la tierra. Mi gallina Andrea provee auto sustentabilidad, algo que el PIP no puede ofrecerme, porque con la boca es un mamey. Es sabido que, con canciones patrióticas, no se alimenta un pueblo. Los proclamados pipiolos trabajan por la patria, cuando las gallinas mean. Pido perdón adelantado si esta reflexión ofende a algunos; la escribí con la única intención de que los lectores puedan mirarse en este crisol. Cada cuatro años, unas personas utilizan el ideal de independencia, para sacarle partido y seguir disfrutando del status quo.

Mi gallina Andrea, con un solo huevo que pone, hace patria a diario.