Maternidad en adolescentes, experiencia evitable María Teresa Hernández Martínez

Salud
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Contrario a lo que muchos piensan y no obstante los esfuerzos gubernamentales, el número de embarazos en adolescentes aumentó los últimos años en Cuba, afirmó Grisell Rodríguez, investigadora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM).

Según cifras del más reciente Anuario Demográfico, emitidas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en 2011 ocurrieron 19 mil 895 nacimientos en jóvenes desde 15 a 19 años de edad, de un total de 133 mil 67 alumbramientos, comentó la especialista a la AIN.

Recordó que en la década del 80, las cantidades de embarazadas adolescentes eran aún mayores, y la cuarta parte de los nacimientos ocurría en esas edades.

Con medidas y disposiciones disminuyeron estas tasas, pero en los últimos años se observa un repunte menos elevado, aunque preocupante, remarcó la analista.

Desde 2007 al 2011 los partos por cada mil mujeres, entre 15 y 19 años, aumentaron de 43.4 a 57.3 casos, y se registraron 408 en menores de 15 años, indica la ONEI.

Roilán Martínez, jefe del Departamento de Psicología y Trabajo Social del hospital ginecobstétrico Eusebio Hernández, en La Habana, comentó que aunque la conducta sexual de los jóvenes de hoy es bastante acelerada y no tan desprotegida como antaño, la labor de promoción comienza en la casa y le corresponde a la escuela apoyarla.

Manifestó que el ámbito familiar y socio histórico influyen también en el tema y depende de las creencias y valores morales.

En los países subdesarrollados el comportamiento de embarazos en la adolescencia alcanza dimensiones muy altas, debido al limitado acceso a los servicios de salud. Solo en América Latina la cuantía aproximada está en el orden de los tres millones de nacimientos en madres menores de 20 años.

Grisell Rodríguez afirmó que los niveles de fecundidad adolescente en Cuba son menores en comparación con el resto del mundo, pero con el elevado nivel educativo de la población y el continuo trabajo de instituciones en materia de sexualidad se debería erradicar este problema.

Aunque en la Isla existen métodos de anticoncepción a precios asequibles y se realizan campañas de promoción que promueven sus usos y funcionan las consultas de planificación familiar de forma gratuita, los embarazos en la adolescencia aumentan.

Raúl Reyes, ginecobstetra del “Eusebio Hernández”, alertó sobre las graves consecuencias del embarazo en esa edad, porque las jóvenes no están preparadas biológicamente y casi siempre recurren a un aborto, lo que conlleva a enfermedades inflamatorias pélvicas y lesiones traumáticas, al ser inmaduro su aparato sexual.

Luego, cuando tienen edad para procrear, muchas veces no pueden, advirtió el especialista, y destacó que el 60 por ciento de las mujeres infértiles se sometieron alguna vez a una interrupción.

DEMASIADO TARDE LA EXPERIENCIA DE YORDANKA

Yordanka Rodríguez Marquetti tuvo su hijo a los 13 años de edad y hoy, con 18, expresa lo que significó para ella:

“Fue muy difícil hacer el papel de madre y estudiante; me enteré demasiado tarde para un aborto, a los cinco meses y medio, pues carecía de síntomas y me asustaba decírselo a mi madre.

“Cuando lo confirmamos, ella y mi hermana mayor me ayudaron mucho y cuidaron al niño mientras yo iba a la escuela. Así logré terminar noveno grado, y aunque no pude estudiar Medicina, como era mi sueño, ahora estoy en tercer año de Enfermería”, resaltó.

Grisell Rodríguez alerta que si no se realizan acciones concretas, el embarazo en la adolescencia puede seguir en ascenso, por lo cual debemos reconocer que existe una situación alarmante y es necesario continuar trabajando en la articulación de una faena mancomunada entre salud, escuela y familia, enfatizó.