“Montado en la más rápida luz me separo de este paréntesis que es la vida…”
– Vicente Rodríguez Nietszche
Estos versos no son para quienes
no comprendan la sonrisa en tu rostro
humilde gestor de tanto
sincero comandante de la solidaridad…
Padre-poesía, son tuyas las germinaciones
de los regodeos en la negra tinta de las letras
del aroma de lazos hilvanados de leyendas de guajanas,
de tus héroes (que no todos son los míos),
desde los pasillos de Humanidades,
la plazoleta y el teatro
hasta los festivales en los que afirmabas
nuestro poema mayor…
Cómo reaccionar
a la voz que pretende lo innombrable
y no querer que te le escapes moriviví
como antes, cuando le decías a la Parca
no, hoy no.
Cómo honro tu recuerdo vivo
si estoy inmersa entre tantos muertos
que también me esperan.
El poema hoy es consolación bajo tu sombra
fruto líquido que refresca toda la retórica
de esta humanidad materialista.
Vives luz …rumbo a lo eterno
afuera y adentro de tu paréntesis
como un árbol sembrado
por las manos del Maestro.