Mirada al fenómeno llamado “Bad Bunny”

Caribe Hoy

Como casi todo el mundo sabe, el famoso conejo malo o Bad Bunny, es un joven adulto de 28 años natural de Vega Baja Puerto Rico. Su nombre de pila es Benito Antonio Martínez Ocasio.  Según ha dicho en entrevistas, es fanático de todos los géneros de música.   Sin embargo, siendo de la generación “Y”, mejor conocida como millennial, adopta como su estilo el regaetton y el trap. 

Para los millenials la tecnología forma parte integral de su diario vivir, son multi-taskers porque llevan a cabo paralelamente una multiplicidad de actividades, muchas de ellas digitales. Han tenido acceso sin límite a mayor cumulo de información.  Son más flexibles para hacer cambios en sus vidas, sea de trabajo o en sus afectos. Como la globalización es parte de su entorno, son mas inclusivos o le es normal la diversidad cultural.  Los millennials tiene menos miedo a desarrollar sus propias ideas y proyectos, directamente a través de las redes sociales.  En ese sentido pueden ser una generación de más emprendurismo.

Pues Bad Bunny es un vivo ejemplo de esa generación. Aunque no tiene formación musical profesional, eso no es un impedimento para un Millennial y menos lo fue para Benito.  El siguió su sueño de ser compositor, creador y cantante de música trap.  Para ello las plataformas sociales le daban esa oportunidad, cortando todos los intermediarios que regularmente la industria musical requiere. El empezó a publicar su música en las redes y comenzó a volar.  El fenómeno de Bad Bunny puede tener muchos factores, pero uno de ellos ciertamente es, que Benito se conceptualizó como un ente independiente y libre.  Para él no hubo restricciones ni límites.

La música de Bad Bunny ha trascendido de lo imaginable.  Confieso que aún no me gusta su lirica por su crudeza en el contenido gráfico sexual.  Desde mi perspectiva esa lirica no fomenta que haya menor violencia de género.  Por el contrario, puede contribuir a cosificar a la mujer y normalizar la rudeza en todo sentido. Dicho esto, he escuchado a Benito en algunas entrevistas y me impresiona su sencillez y su mirada a situaciones sociales del país.  Me parece interesante e importante que desde su plataforma hace criticas sociales y políticas. Habla en favor de la conservación del medio ambiente, de la naturaleza y del derecho a nuestras playas públicas.  Su nacionalismo y puertorriqueñidad es evidente.  Eso hay que celebrarlo al igual que su filantropía.

Benito decidió cantar en español aún en el mercado estadounidense, y entró sin mayor problema.  Pienso que esto tiene que ver, en parte, con esta actitud tan suya de yo hago lo que me da la ganta y como me dé la gana.  Esa actitud de hacer las cosas porque las vive y las siente y no solo por seguir un flujo comercial (que no quito que siempre está presente, pero tal vez, no como objetivo principal).  Sin embargo, ese no sé qué y esa actitud de Benito en su personaje de Bad Bunny, han hecho que sus liricas y su persona se conviertan en un fenómeno global.  Ayer conversaba con un adulto mayor que recientemente viajó a las selvas del Ecuador, y relató que visitó un timbiriche de indígenas que hablaban quichua, y lo que sonaba en la radio era Bad Bunny, Daddy Yanqui y otro de los raperos boricuas. 

Podemos no entender su lirica ni estar de acuerdo con ella, pero Benito fue premiado como compositor.  Su música ha impactado a todos los jóvenes y países del planeta tierra.  ¿Qué mensaje lleva Bad Bunny que mueve a tantos jóvenes? No lo puedo explicar. Aparte del movimiento económico que produce su fenómeno, es importante analizar los cambios generacionales y culturales que él representa.  Ello porque sin duda es la influencia de miles de jóvenes a través del mundo.

El pasado jueves, su creatividad y genialidad, literalmente atraparon y paralizaron a todo Puerto Rico, al hacer accesible de forma gratuita su concierto a toda la isla.  Hay que darle crédito a su genialidad y su estilo singular.  Bad Bunny, gústele a quien le guste o no le guste, se ha transformado en un fenómeno mundial como en su momento lo fueron los Beattles, Freddy Mercury y otros tantos músicos famosos.