Es una película que repite la historia por enésima vez. Las relaciones raciales en los EE.UU. han sido contadas de todas las maneras posibles. Realmente hablando, fueron horribles. Es un país de una cultura supremacista, donde los demócratas, sí esos mismo que se pregonan hoy de liberales, eran los opresores. Y donde los republicanos, si esos mismos de la ultra derecha hoy, eran en el pasado los liberales. Pero no importa cómo haya sido la historia de ese país, esta película merece ser vista.
Till (Dir. Chinonye Chukwu, EE:UU, 2022) es la historia de Emmet L. Till, niño de 14 años asesinato en Missouri linchado para ser preciso en el 1955. Fue linchado, simplemente porque alegadamente, le silbó a una mujer blanca. Sea cierto o falsa la historia, la película en voz de mujer nos la cuenta, de una forma muy hermosa, lenta, pausada, pero realmente hablando impactante.
La madre, Mamie Till-Mobley (Danielle Deadwyler) una mujer negra de Chicago, de clase media, intenta con toda su fuerza rescatar al segundo hombre muerto de su vida. Primero, perdió a su marido, quien dio su vida por el ejército americano. Pero eso no fue suciente. Ahora, en la película, le tocó a su hijo dar su vida, Bo/Emmet L. Till (Jalyn Hall) para fortalecer la democracia en los EE.UU.
Por lo tanto, y de forma lineal, uno sabe como comenzó la película y también como termina. Termina en un asesinato, y la lucha de la madre por reinvidicar la justicia para su hijo. Esto ella nunca lo ve en su vida. No obstante el pasado 22 de marzo de 2022, la Ley Emmett Till contra los linchamientos entró en vigor. Por primera vez en la historia de los EE.UU. los linchamientos fueron prohibidos por el gobierno federal.
En fin, que deben verla. En todo caso, por conocer la historia de Bo, el apodo del niño Emmett. Luego por conocer la historia de su madre. Pero finalmente por descubrir el mundo de la directora de origen nigeriano, Chinonye Chukwu, la cual tiene mucho que decir. ¡A verla!.