Ingmar Bergman vio Amarcord 5 veces, Luis Muñoz Marín 6. Yo la vi 12 veces incluyendo las 7 en que la mostré en mi clase de cine en la Universidad del Sagrado Corazón. Un día estaba en el Cinematógrafo en Puerto Nuevo esperando que comenzara Amarcord cuando llegó un auto con escolta. Era Muñoz.
Cuando Fellini murió, hace 29 años, el crítico Stanley Kauffmann escribió: “Durante sus vidas muchos buenos directores nos bendijeron con su arte pero él fue el único que nos hizo sentir que cada uno de sus films, independientemente de sus méritos, era el regalo de un amigo. Ciao Federico.”
Hoy le rindo homenaje con fotos de mi visita a su tumba en su pueblo de Rimini y reproduzco las palabras de Martin Scorsese sobre Fellini:
"No se puede entender el presente sin conocer el pasado, y no se puede entender nuestra propia cultura sin conocer otras culturas. En este sentido, el trabajo de Fellini es como un cofre de tesoros. Lo abres y de repente frente a nuestros ojos se abre un mundo de maravillas, maravillas antiguas y nuevas, provinciales y universales, maravillas reales y fantásticas. Grandes maestros como Fellini son como faros que nos guían dentro de esa bahía”.