Había una leyenda que nadie sabia, los cuadernos estaban en blanco, q sabrían aquellos fervientes sabios que nunca se atrevieron a soñar con el secreto que allí yacía. Lo secretos del mundo decían unos, el deseo de algunos comentaban otros, los vicios de todos pagamos por darnos de codo.
En el vaticano se decía: Lo que no es sagrado, no es secreto, no había clérigo que desafiara al papa, no había gobierno que dirigiera sin discreción, no había quien calificara al calificador, no había quien dirigiera al juez, no había orden y llego el fin.
Era la historia impregnada en el polvo lo único que contaba aquello que el viento intentaba decir, aquel murmullo placido y ruin entre escombros y fósiles que se investigaba sin fin, era como ver a un sordo bailar con el ritmo de la melodía y tener un ciego de frente disfrutando aquella escena sublime incoherente. La discreción era tanta que solo aquellos que sabían eran los únicos que creerían. Información clasificada decían unos, egoísmo hacia la masa decían otros, becados desgraciados que manejaban el mundo por su desinformación y su fatigada actitud al aprender, los manejaban como fichas de ajedrez.
En este satélite había que preservar lo que se tenía porque la astucia venía de los que no sabían y los que no sabían lo único que querían era saber y se encendió una llama.
Solidaria mañana aquella en la que se antepuso una nube detrás de un arcoíris resplandeciente y este joven decidió encarar, ver la realidad, una realidad que era una farsa. Que era una verdad a medias de miedos y rencores, que añoraba cambiarla pero necesitaba cambiar su vida y el mundo.
Caminaba en un laberinto de pasadizos corroídos por el salitre del mar que estaba solo algunas millas de aquel cajón sin salida, aun no pudiendo apreciar la vista de un paisaje colorido aquél recuerdo de sus olas, aquél olor peculiar a sal, le hacían crear un plan estratégico para salir de allí. Era un recuerdo, se decía a si mismo que para eso sirve recordar, para impulsar el coraje hacia afuera.
Pero aun así entre el eco alcoholizado y aquel ambiente, los susurros de las voces silenciosas eran rompecabezas q se perdían en el silencio. No puedo mas con la resignación, me desespero ante la espera, lloro y sufro los minutos que no estas a mi lado quisiera ser mas independiente, quisiera verdaderamente no necesitar del cariño q me llena, te busco en cada rincón, te veo en cada canción, te entrego la letra de esta versión.