House Party o una película ocurrente con intención de hacernos pasar un buen rato

Cine caribe

Que nadie se llame al engaño. Se trata de una película más, muy sencilla, que busca entretenernos. Algo sencillo, que es importante verla, sobre todo en un vuelo trasatlántico, y que busca pasarlo bien mientras el avión confronta turbulencias, y más que nada, luego de ver una película que entristece, ver esta película es un oasis. A bailar, to´el mundo a bailar.

House Party (Dir. Calmatic, EE.UU., 2023), es una nueva versión de un filme que históricamente ha recorrido mucho territorio desde su versión original. La versión del mismo nombre data de 1990 (Dir. Reginald Hudlin, EE.UU. 1990).  Ahora bien, la versión contemporánea es una interesante contribución al tema contemporáneo de la música.

En esta película, Kevin (Jacob Latimore) y su amigo Damon (Tosin Cole) son limpiadore de casas. Son pobres, y como tal tienen problemas que confrontar, como el pago de la pensión. Ante esto, limpiando una casa, descubren que su retienen las llaves de la misma, pueden organizar una fiesta, recaudar dinero y pagar sus deudas. Todo bien, salvo un pequeño detalle.  Es la casa de la mega estrella de baloncesto profesional, LeBron James.

Pues bien, hacen la fiesta es un mega éxito, hasta que llega el dueño, el propio LeBron James.  La confrontación, como de esperar, es deportiva. Así las cosas, se resuelve en victoria para el Rey James. Dicho esto, la película como quiera tiene un final feliz, pues Damon/Cole sale de la cárcel para caer en los brazos de su mujer amada.

La película, no obstante tiene un guiño importante. Es una escena en la casa de los Iluminatis. Ahí el director, Calmatic (Charles Kidd, II) introduce un tema no necesario, pero que le quedó súper bien. Es posiblemente la mejor escena, e inesperada da le película.  Es inesperada esta escena y todo lo que la misma contiene.

A ver House Party.   Entretenimiento ligero para toda la familia.  Sin restricciones.