Legado en la Mirilla: La Obra de Reichel-Dolmatoff y su Pasado Nazi

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El 1ero de agosto se publicó en YouTube un video escalofriante en el que el arqueólogo colombiano Augusto Oyuela-Caycedo presentaba evidencia clara que mostraba la relación de Gerardo (Erasmus) Reichel-Dolmatoff, fundador de la arqueología y antropología colombiana, con el régimen Nazi. El video de Oyuela-Caycedo fue grabado en Viena el pasado 17 de julio como parte del 54 Congreso Internacional de Americanistas. Oyuela-Caycedo, estudioso y admirador de la obra antropológica de Reichel-Dolmatoff, no pudo contener las lágrimas al develar una de las confesiones que éste último hiciera en un documento de 1937 (Confesiones de un Asesino de la Gestapo) acerca de varios asesinatos cometidos por él mientras era miembro de las fuerzas élite de Hitler (las Schutzstaffel o SS). Al parecer este documento fue escrito por (Erasmus) Reichel-Dolmatoff luego de ser expulsado de la Gestapo por “incapacidad mental”.

 

Tras su expulsión, el ex-oficial austriaco pasa una temporada de estudios en Paris, antes de migrar a Colombia en 1939. La investigación presentada por Oyuela-Caycedo en el Congreso concluye que Reichel-Dolmatoff estuvo involucrado con las juventudes Nazi tan temprano como desde los catorce años, y su participación activa continuó dentro de la SS hasta aproximadamente los veinticinco años. Otros familiares paternos muy cercanos a éste también fueron oficiales Nazi, como su tío, profesor de medicina y practicante de la eugenesia, y su primo, quien continuó carrera dentro de la SS hasta alcanzar el rango de mayor.

El descubrimiento póstumo de este pasado siniestro contrasta grandemente con la extensa producción antropológica de Reichel-Dolmatoff y su esposa (Alicia Dussan) en Colombia y con la percepción que se tenía de éste hasta el momento como uno de los defensores más fervientes de las comunidades y derechos indígenas. El mismo Oyuela-Caycedo en una biografía escrita dos años después de la muerte de Reichel-Dolmatoff (1912-1994) exaltaba su obra diciendo: "más de una vez él [Reichel-Dolmatoff] expresó la visión de que si la humanidad quiere sobrevivir y detener la destrucción de la naturaleza, tenemos que comenzar a aprender las lecciones del pasado e incorporarlas a nuestro entendimiento, de igual forma valdrían la pena ser emulados algunos de los modelos desarrollados por las sociedades indígenas”. Entre los reconocimientos académicos del austriaco también se encuentran sendas membresías en la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos de América (National Academy of Sciences, 1976), la Academia Real Española de Ciencias (1983), y la Sociedad Linneana de Londres (Linnean Society, 1989), además de la medalla Thomas H. Huxley del Real Instituto de Antropología de Gran Bretaña e Irlanda (Royal Anthropological Institute, 1975), y el título de miembro fundador de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (1983). Como si fuera poco, el antiguo soldado de la SS también fue miembro activo de la organización anti-hitleriana Franceses Libres, por lo cual el gobierno francés lo condecoró con la Orden Nacional del Mérito.

¿Qué hace significante este descubrimiento?

La investigación de Oyuela-Caycedo, aunque todavía muy temprana, es significante por varias razones, más allá del desencanto y rabia que a algunos provocan los 'esqueletos excavados' en el clóset biográfico del fundador de la antropología colombiana. Sobrepasando el juicio valorativo que se pueda hacer de las actuaciones criminales y las ideologías de odio promovidas por Reichel-Dolmatoff en la Alemania fascista de los años 1930s, que sin duda marcarán su posterior legado para siempre, quedan aún preguntas importantes que requieren indagaciones y reflexiones mucho más profundas. Por ejemplo, cómo es que un miembro de la Gestapo, adoctrinado desde muy joven bajo visiones racistas, eugenésicas, e imperialistas, y gestor confeso de crímenes contra la humanidad, se 'transforma' en un humanista vocal e influyente en defensa de la diversidad cultural, los derechos de las poblaciones indígenas marginadas y sus formas de vida. Esto es relevante porque representa cambios dramáticos de posicionamiento con respecto a paradigmas raciales, político-económicos, culturales y socio-históricos, todo esto, en un periodo máximo de 3-5 años. Si aceptamos la teoría de redención o de una epifanía transformadora, cabe preguntarse, por ejemplo, qué pudo provocar tal cambio, y qué o quiénes a su alrededor pudieron contribuir a tal transformación. ¿Fue acaso el ambiente intelectual que lo acoge en París, primero, y luego en Colombia los generadores de estos cambios? Y, ¿cómo se explica esta experiencia desde el marco social, político y cultural de ese momento histórico, tanto en Europa como en América? Recordemos que la fundación Rockefeller también contribuyó fondos importantes para las investigaciones raciales en Alemania a principios de los 1930.

Por otro lado, si la teoría de la epifanía se toma con cautela, entonces sería importante preguntarse, ¿qué elementos de esa ideología fascista, sobretodo los acercamientos racistas, continúan en su trabajo posterior—como podría ser el desarrollo de una visión primitivista o naturalista acerca de las poblaciones indígenas? O, ¿habrá habido realmente alguna transformación en el quehacer intelectual de Reichel-Dolmatoff? ¿Vivió éste acaso una gran mentira el resto de su vida?

Para las ciencias sociales, pero sobre todo para la antropología, ¿qué implicaciones tiene esta historia para la producción de conocimiento, para el trabajo etnográfico, para las representaciones arqueológicas del pasado humano, en general, y las colombianas en particular? ¿Cómo se asemeja o diferencia esta historia a la de muchos otros científicos e intelectuales europeos y norteamericanos, Nazi o no, que debido a las circunstancias políticas y sociales de los países receptores latinoamericanos pudieron encontrar nichos desde donde desarrollar trabajos y teorías que hoy reconocemos como fundamentales para el desarrollo de las ciencias Americanas? Solo el tiempo, y las muchas investigaciones que de seguro saldrán a raíz de esta noticia, podrán arrojar luz sobre estas interrogantes, que como poco nos presentan otro caso muy complejo de la relación que guardan la historia de la ciencia y la ética occidental, el desarrollo del razonamiento y la moral, y la geo-política del conocimiento.

La antropología y la auto-crítica

Para muchos practicantes y estudiosos de la antropología el descubrimiento de Oyuela-Caycedo, aunque sin duda sorpresivo e inesperado, no resulta del todo inusual o aislado. Para la antropología los estudios del pasado y del parentesco no se limitan a reconstruir la historia y las formas de organización de grupos ‘ajenos’, si no también a la parentela más cercana—sus productores y productoras. De un tiempo a esta parte, la antropología, con la ayuda de otras disciplinas afines, se ha dado a la tarea de indagar en el pasado de sus ancestros desde una perspectiva crítica cuestionando, entre otras cosas, los orígenes de la disciplina (Adams 2001; Haylland and Sivert 2001), su(s) pasado(s) colonial(es) (Gordon and Tilley 2011; Langbehn and Mohammad 2011; Stocking 1993), sus reclamos de autoridad científica (Clifford and Marcus 1986; Marcus and Fisher 1999), las controversiales prácticas de investigación (Borofsky 2005; Malinowski 1967; Shankman 2009), la utilización de destrezas metodológicas y analíticas para fines altamente cuestionables, cuando no criminales (Lucas 2009; Price 2011), y la participación activa en el desarrollo de ideologías y políticas racistas y discriminatorias (Schafft 2007). A través de este camino de auto-reflexión, escabroso y bastante incompleto aún, se han aprendido lecciones invaluables que nunca se deben olvidar: (1) cualquier producción científica es una producción cultural y como tal debe siempre entenderse dentro de contextos sociales, políticos e intelectuales amplios, (2) la posicionalidad del(la) investigador(a) es central en determinar la visión analítica, metodológica y ética con la cual éste o ésta se acerca a su tema de estudio, (3) las relaciones interpersonales desarrolladas a raíz del trabajo antropológico tienen la capacidad de transformar las preconcepciones del(la) investigador(a), y (4) como dijera en entrevista a la BBC Mundo, Carlos Uribe, director del Departamento de Antropología de la Universidad de los Andes: “Todo termina por saberse. Un principio fundamental de la antropología es que toda actividad humana deja huellas”. Para mí esta insistencia disciplinaria de mirar al pasado, a veces casi caprichosa, es una virtud y no una desventaja o malversación académica. Me parece que la determinación de Oyuela-Caycedo de investigar a Reichel-Dolmatoff, hasta las últimas consecuencias y diseminar sus hallazgos, reafirma un compromiso ineludible hacia una cultura intelectual de reflexión crítica que debe servir de estímulo para no tomar por sentado a nuestros predecesores ni sus obras. Tras examinar la participación de antropólogos en la Alemania Nazi, la antropóloga Gretchen Shafft concluye que “ya es tiempo que los antropólogos descubran y reconozcan la participación de nuestra disciplina en la creación de la pesadilla del racismo, al igual que sentirse orgullosos de nuestra parte en la lucha para eliminar el racismo del mundo”. Abajo incluyo el enlace al video de la presentación de Oyuela-Caycedo en Viena, y la transcripción del mismo en español y alemán.

*El autor es antropólogo aplicado. Actualmente enseña en el Departamento de Estudios Graduados de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico. Agradezco al Dr. Gabriel De La Luz por sus comentarios siempre críticos y acertados.

Enlaces a la documentación relacionada

Video de la presentación (Viena)

http://youtu.be/Y1kDazfCjnU

Transcripción del video (Augusto Oyuela Caycedo)

http://florida.academia.edu/AugustoOyuelaCaycedo/Papers/1823703/El_pasado_Nazi_y_en_la_SS_de_Gerardo_Reichel-Dolmatoff_o_Erasmus_Reichel_ponencia_presentad_con_la_colaboracion_de_Manuela_Fischer_y_Holdger_Stoecker

Referencias

Adams, William. 2001. The Philosophical Roots of Anthropology. Center for the Study of Language and Information.

Borofsky, Robert. 2005. Yanomami: The Fierce Controversy and What We Can Learn from It. University of California Press.

Clifford, James, and George Marcus (eds). Writing Culture: The Poetics and Politics of Ethnography. University of California Press.

Gordon, Robert, and Helen Tilley. 2011. Ordering Africa: Anthropology, European Imperialism and the Politics of Knowledge. Manchester University Press.

Haylland Eriksen, Thomas, and Finn Sivert Nielsen. 2001. A History of Anthropology. Pluto Press.

Langbehn, Volker, and Mohammad Salama (eds). 2011. German Colonialism: Race, the Holocaust, and Postwar Germany. Columbia University Press.

Lucas, George. 2009. Anthropologists in Arms: The Ethics of military Anthropology. Altamira Press.

Malinowski, Bronislaw. 1967. A Diary in the Strict Sense of the Term. Stanford University Press.

Marcus, George, and Michael Fisher. 1999. Anthropology as Cultural Critique: An Experimental Moment in the Human Sciences. University of Chicago Press.

Oyuela-Caycedo, Augusto. 1996. Obituary: Gerardo Reichel-Dolmatoff, 1912-1994. American Antiquity 61(1): 52-56.

Price, David. 2011. Weaponizing Anthropology: Social Sciences in the Service of the Militarized State. AK Press.

Shafft, Gretchen E. 2007. From Racism to Genocide: Anthropology in the Third Reich. University of Illinois Press.

Shankman, Paul. 2009. The Trashing of Margaret Mead: Anatomy of an Anthropological Controversy. University of Wisconsin Press.

Stocking, George W. (ed). 1993. Colonial Situations: Essays on the Contextualization of Ethnographic Knowledge. University of Wisconsin Press.