Martin Sostre. En mi celda: escritos desde la cárcel Selección, edición y estudio de Julio Ramos

Crítica literaria
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Durante la lucha por sacar la Marina estadounidense de Vieques fui a  la Corte federal de Puerto Rico a  despedirme de un amigo negro porque sabía que su sentencia sería la cárcel. Ya había estado allí apoyando a mi hermana que fue apresada tres días en la cárcel federal por defender la Isla Nena. Le hablé poco, lo abracé y me fui calladamente. En mi vida siempre compartí con afrodescendientes que estaban en posiciones de marginalidad, pero que formaban parte de mi  niñez como es común en el Caribe por su diversidad racial. Por eso, me impactó el libro sobre Martin Sostre, anarquista afroboricua, particularmente su desarrollo intelectual libre de  marcos institucionales  que aprisionan los saberes. Esto lo hizo defensor de otros presos mediante actos performáticos llevados a cabo en la corte y por medio del Black English, luego reivindicado por el lingüista Labov, que cambió el mercado de exámenes estandarizados en Estados Unidos. La corte y el mundo de las leyes, aclara el  autor de En mi celda: escritos desde la cárcel, publicación de  Editorial Emergente, el profesor emérito Julio Ramos,  es un gran teatro que Sostre invadió con su palabra contestataria y su gestualidad.

Me parece memorable que Ramos haya impugnado nuevamente el canon literario, además de haberlo hecho anteriormente con los trabajos sobre Luisa Capetillo en Amor y anarquía,  mediante la celebración y análisis de la literatura carcelaria que retaba el sistema punitivo criticado por Michel Foucault- vigilar y castigar- y del que se ha manifestado recientemente la UNESCO.  (Hacia una educación no punitiva)

Otro elemento que destaca es la utilización de la psiquiatría y la farmacolonialidad para condenar la disidencia, manipular su psiquis, reducir  al encarcelado al no ser, al olvido del yo. Asombra que Sostre sufrió estoicamente el ser afroboricua por medio de la fabricación de casos y la imposición de diagnósticos  psiquiátricos a su cuerpo. Julia de Burgos sufrió por igual la medicalización abusiva en los hospitales de Estados Unidos por su afición a la bebida, según la investigación de Grisselle Merced. También Carlos Gil en su trabajo sobre don Pedro Albizu Campos denunció la forma en que  fue torturado y cómo se utilizaba el castigo en las cárceles de Estados Unidos. Los doctores y la medicina han cumplido un papel represivo en el trato a las minorías y disidentes tanto en Estados Unidos como en las dictaduras de  América Latina. (He escrito sobre los adolescentes y el confinamiento en las penitenciarías juveniles. Hace varios años visité la de Guaynabo y me informaron que a los jóvenes a veces les pegaban como forma disciplinaria. ¿Hasta qué año se admitieron legalmente las palizas en las cárceles juveniles?) Franz Fanon sigue teniendo vigencia como siquiatra de los disidentes.

Resalta en el libro la reflexión sobre el mundo mediático en el que hay, como expresa el autor, una transacción entre los medios de comunicación masiva y la autoridad del saber académico: “La intención revisionista e inclusiva del periódico paradógicamente confirma la tachadura constitutiva de la memoria pública o mediática”. Las traducciones de los textos de Sostre aquí antologados le corresponden a Julio Ramos, al escritor Juan Carlos Quiñones y a Paola Contreras.

Otro aspecto importante que pone de relieve Ramos es el deslinde de Sostre del anarquismo que se apartaba de las gestas de la nación necesarias, como ha dicho Hannah Arendt, para la puesta en práctica de  los derechos humanos. La correspondencia con Lolita Lebrónincluida en el texto es vital para entender este punto.  El nacionalismo debe ser revisitado, así como su influjo en el pensamiento anarquista. La lectura de Sostre me recordó el libro de Víctor Frankl, Man’s search for Meaning, y como este subsistió al nazismo y el confinamiento en los campos de concentración. También el del poeta chileno Jorge Montealegre que  a los 20 años fue apresado en un estadio al igual que Víctor Jara. Este es un libro iluminador que abre nuevos archivos a los estudios literarios, los carcelarios, los legales,  los culturales y los cognitivos.