Última estación

Creativo

Será porque ya todos y todas hemos vivido lo suficiente, pero más allá de la derrota del saliente gobernador, Luis Fortuño, ¿qué realmente celebramos en estas elecciones? Desde las lógicas de los múltiples independentismos, así como de las múltiples izquierdas, ¿qué podemos celebrar en el 2012?

El año 2012, más allá de las profecía Maya, y de sus múltiples lógicos (2 x1=2), debemos reflexionar en qué se avanzó durante este año. Los eventos son para mi un tanto más confusos, y sobre todo, que las dos coordenadas que mueven el trabajo político de uno, se sienten un tanto inciertas: por un lado consumar algún tipo de soberanía por vía de algún tipo de independencia; y por otro lado, adelantar un discurso de justicia social, desde la solidaridad y la igualdad.

Lo más importante en esta reflexión de fin de trayecto, como nos recuerda el cantante Manu Chau, es el hecho que luego de 12 años en este segundo milenio, es el hecho significativo de comenzar el cuarto gobierno para administrar el territorio colonial de Puerto Rico. Esto nos da una señal de la madurez del país y de como lo vemos. En particular, donde hemos demostrado como pueblo, que sí sabemos utilizar nuestro derecho democrático al voto, para castigar al que nos parece que incumple con su deber ante el soberano, el pueblo, y de esa forma derrotarlo. No subestimemos nunca al pueblo – ese fluido de fuerzas sociales que a veces se une y a veces no se une. Pero que en nuestro caso, luego de cuatro gobernantes electos en 12 años, si se ha unido para hacer algo contra ellos.

La voluntad soberana del pueblo:

Si hay un asunto que merece ser pensado del 2012, es el cúmulo de esfuerzos sociales que se impusieron a partir del 2009. A partir del año de los despidos masivos bajo la Ley 7, las relaciones sociales del país se polarizaron y nada volvió a ser igual. Fue el año de ¨such is life¨ y de las ¨crápulas¨. También fue el año del huevazo, el ciudadano común y del paro nacional más significativo en el Siglo 21, y posiblemente uno de los más significativos en la historia colonial de Puerto Rico bajo los EE.UU.

Pero sin lugar a dudas, el gobierno de Luis Fortuño tuvo la capacidad de reprimir al pueblo, física y económicamente, como pocos gobernantes lo habían hecho. Tal vez dos períodos han sido tan represivos en nuestra historia. El primero fue bajo Rafael Hernández Colón (1972 a 1976) y el segundo bajo Carlos Romero Barceló (1976 a 1984). Son períodos similares en su represión del componente y manifestación popular.

La huelga de los estudiantes es sólo un punto de manifestación brutal del uso de la fuerza policiaca. Pero, y de forma no nombrada, más represivo y brutal fueron las múltiples intervenciones policiacas en los residenciales públicos del país, las cuales bajo el Task Force federal se tornaron la comida diaria de las agencias de seguridad. Peor que el trato a los estudiantes de la UPR, lo fue la federalización del sistema de justicia criminal de Puerto Rico, que hoy expone a cerca de 40 personas a la pena de muerte federal. Esta fue una idea fortuñista que será importante continuar denunciando continuamente.

Ahora bien, el pueblo supo aguantar, y a sabiendas neutralizar, el poder económico del Partido Nuevo Progresista (PNP) para hacer una campaña exitosa a favor de su re-elección. El pueblo pese al poder económico del PNP logró imponer un voto de castigo. El PNP fue derrotado por un pueblo que le votó en contra, a través del único mecanismo que entendían viable – el Partido Popular Democrático (PPD). La perdida del gobierno central, un gran número de senadores y senadoras, el municipio de San Juan y otros 19 municipios, ha producido un quiebre sin precedentes para el PNP, donde los fuerza a renovar un gran porciento de su liderato nacional.

El cambio cultural deseado:

Los partidos emergentes solicitaron que la gente apostara a un cambio cultural en sus comportamientos electorales. Se le pidió al pueblo que votara por lo nuevo y no por lo viejo. El pueblo, literalmente hablando, votó por lo viejo. Los 4.5% de los votos capturados por los partidos emergentes más un partido histórico (Movimiento Unión Soberanista, MUS; Partido Puertorriqueños por Puerto Rico, PPR; Partido del Pueblo Trabajador, PPT; en adición al Partido Independentista Puertorriqueño, PIP) dejan mucho que desear.

No obstante la lectura correcta es que la gente votó por castigo eficiente – sacar al PNP sólo se podía hacer a través del PPD. Aunque, para los que participamos políticamente del diálogo y accionar con los partidos emergentes (incluyendo un diálogo con el PIP), estas elecciones son altamente decepcionantes. Y salvo que el trabajo político continúe, fuera de los partidos dominantes, nada nos hace pensar, ni estadísticamente hablando, que la tendencia es a romper con el bipartidismo.

El fin del independentismo:

Si de algo tengo claridad es que el independentismo como lo hemos conocido en el Siglo 19 y Siglo 20, adviene a un final. Ese independentismo decimonónico enfocado en la soberanía nacional plena, adviene a un final. No es posible hablar de proyecto de país a partir de este modelo. La debilidad ya estructural del PIP, donde consistentemente en dos elecciones consecutivas no quedó inscrito, es algo que nos debe indicar donde está el país, y sobre todo los comportamientos culturales en torno a este movimiento y su solución política del estatus del país.

Pero en adición a la debilidad estructural del PIP, hay que marcar dos cambios culturales que abrieron camino. Por un lado hablar de un proyecto de soberanía creo una estación intermedia entre lo actual y la independencia plena. Al día de hoy, ni el MUS ni el movimiento social Alianza pro Libre Asociación Soberana (ALAS), quien impulso en el referéndum de estatus la opción del ELA Soberano, ninguno de estos grupos políticos nos han explicado de qué trata el proyecto soberano. ¿Cómo se le explica a un pesador que la soberanía es importante para poder pescar en mares más profundos? ¿Cómo se le explica a una universidad privada de Puerto Rico, que depende 100% de la beca federal, que se necesita más soberanía y menos fondos federales para poder vivir mejor?

Pues para ser honestos, aún yo desconozco qué es el proyecto soberanista que se presentó en las pasadas elecciones. Tal vez, en este momento el sustantivo soberanía ha sido introducido en la cultura política puertorriqueña; es momento, entonces, de explicarlo con casos concretos para que lo podamos entender y saber si nos conviene o no.

Por otro lado la intervención del PPT y el PPR advocando participar en las elecciones sin atender el problema del estatus político, a parte de ser novel, creo una columna adicional en las soluciones a la calidad de vida de Puerto Rico. Es curioso, pero tanto el PPT como el PPR, ofrecieron soluciones políticas sin atender el estatus. En el caso del PPT, todo indica que a pesar de sus .93% de los votos, esta postura política si causó interés.

Hoy ciertos independentismos se conforman con pensar que la recién electa alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, desde la alcaldía logrará impulsar la independencia, por ser ella de un ala soberanista dentro del PPD. Se trata de una mirada, por decir lo mínimo, ilusionista. Realmente hablando, no sabemos.

Hacia una nueva gobernanza:

De forma diferenciada, tanto Alejandro García Padilla como Carmen Yulín Cruz han planteado una nueva gobernanza para administrar el país. Esto lo asumieron de forma diferenciada, aunque recoge mucho del planteamiento de algunos de los partidos emergentes. Ahora bien, ¿cómo es esta nueva gobernanza?

En los nombramientos que ha hecho al día de hoy el Lcdo. García Padilla, hay unos elementos en común que son nefastos: casi todos son hombres, blancos, vienen del sector privado, no han producido ningún escrito reflexivo, ninguno es académico y sobre todo no hay ninguna mirada alternativa de nada. En otras palabras, la única ilusión al momento es que se trata de otros amigos, los amigos de García Padilla, que no son los amigos del saliente gobernador Luis Fortuño.

Tal vez la única excepción importante aquí es el nombramiento de David Bernier, quien en una posición interesante, Departamento de Estado, puede adelantar algo que él si sabe como hacer: hablar y vivir de forma soberana. Para el pasado presidente del Comité Olímpico de Puerto Rico, su experiencia de vivir como país deportivo soberano, puede ser una gran contribución para todos nosotros.

Por otro lado, la alcaldesa electa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, ha hablado de nueva gobernanza. Eso si es que es algo por verse. Le pregunto, ¿va usted a crear comités populares para dirigir los barrios y urbanizaciones de San Juan? ¿Va a ser su presupuesto uno de creación participativa con el pueblo? ¿Sus nombramientos, serán una instancia donde podamos nosotros sugerir opciones?

Desearía pensar que los nuevos gobernantes traen un modelo de participación política democrática superior a lo vivido. Al día de hoy, sin aún haber juramentado sus puestos, creo que las formulas de cultura democrática del pasado, son las que se están reproduciendo.

Ultima Estación:

Es muy prematuro decir que como será el próximo año. Sin lugar a dudas, en un país en bancarrota, con una perdida poblacional severa, y asediado por una incansable economía del narcotráfico, es muy difícil predecir si estaremos mejor o peor de lo que estamos.

Si creo, que a partir de las ideas discutidas en torno al referéndum del pasado 19 de agosto como a las elecciones del pasado 6 de noviembre, habrá que continuar desarrollándolas y profundizando en ellas. Ahí radica para mi la gran lección del año 2012 – en que se discutieron nuevas ideas de como debe ser un imaginario político más democrático. Apostemos a que el 2013 podría ser mejor – si profundizamos en una cultura política distinta a la que ya conocemos.

*Artículo publicado en el Periódico Claridad