París- El ejército de Francia acelera hoy el envío de tropas y equipos militares hacia Malí, con el empleo de aviones estadounidenses que comenzaron a volar desde la base de Istres hacia el país africano.
Entre el lunes y martes partieron de ese enclave del sur francés cuatro aeronaves, dijo el portavoz del comando de Estados Unidos para África (Africom), Benjamin Benson, en declaraciones publicadas aquí.
Washington también trabaja con París en temas de inteligencia y proporciona al país galo informaciones recopiladas por sus drones y satélites.
El presidente Francois Hollande decidió el pasado 11 de enero de manera sorpresiva involucrarse en la guerra en su antigua colonia con el alegado propósito de enfrentar a grupos extremistas en el norte del territorio.
El país galo tiene allí dos mil 150 militares, pero, según el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, el número podría elevarse hasta cuatro mil, similar al de Afganistán.
Aunque al principio la operación contó con el respaldo de la mayoría de las fuerzas políticas, once días después el aparente consenso comienza a debilitarse y representantes de diversas tendencias se interrogan sobre los objetivos de la decisión presidencial.
Los principales cuestionamientos aluden a la falta de preparación de esta operación, la posibilidad del estancamiento en un conflicto de larga duración o la transgresión de lo acordado al inicio por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Tengo la impresión de que nos comprometemos en reconquistar la totalidad de un país inmenso. Francia no podrá cumplir con esa tarea sola", declaró el ex primer ministro conservador Alain Juppé, de la Unión por un Movimiento Popular.
Mientras, el excandidato al Palacio del Elíseo y copresidente del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, censuró que se haya ordenado la intervención sin consultar antes al gobierno y al Parlamento.
"Hay muchos puntos oscuros en este asunto", dijo Mélenchon.
Para Noël Mamère, del partido Europa Ecología los Verdes, la operación Serval es una maniobra neocolonialista.