Supremo de Puerto Rico rehusa reconsiderar su prohibición a la adopción gay

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altEl Tribunal Supremo de Puerto Rico rechazó reconsiderar el fallo emitido hace tres semanas por la mayoría del mismo donde establecieron que una pareja gay no puede adoptar en esta jurisdicción.

Impresionó la rapidez con que despacharon esta solicitud de reconsideración, así como su negativa a permitir la comparecencia de entidades que habían solicitado comparecer como amigos de la corte. Una de las entidades a quienes se les negó su solicitud fue el gobierno quien por medio de la Procuradora General había adelantado que comparecería en defensa de la nueva política de eliminar el discrimen por razón de orientación sexual.

La rapidez con que despacharon la reconsideración fue precisamente uno de los argumentos de los jueces disidentes, Anabelle Rodríguez y Federico Hernández Denton, quienes suscribieron que el Supremo debió esperar unos meses para dar tiempo a que el Tribunal Supremo federal resolviera los dos casos que tiene ante sí sobre el matrimonio gay y, de esa forma, emitir acá un fallo que se ajustara a la doctrina que se estableciera allá.

Una de las posturas más impactantes fue la del juez Edgardo Rivera García quien alegadamente se basó en materiales que encontró en una página de internet que postula que la homosexualidad es una condición tratable y curable. En lo que se puede considerar una opinión retrógrada para estos tiempos el juez opinó que, "(hay) evidencia concreta y abundante que es persuasiva y nos lleva a concluir que el interés de la niñez se adelanta reconociéndole su derecho a tener una madre y un padre".

El juez presidente, Hernández Denton señaló en su opinión disidente, "Lo peor es que, fuera del escenario judicial, este Tribunal deja desprotegida a una menor que seguirá viviendo con sus dos madres, independientemente del juicio moral que cinco de los nueves jueces de esta Curia indirecta o directamente hace de su familia. Los tres seres humanos que comparecieron ante este Tribunal en búsqueda del remedio que les garantiza nuestra Constitución merecen, como mínimo, sensibilidad, respeto y consideración de parte de cada uno de los integrantes de esta Curia", argumentó Hernández.