Crimen y violencia en Vieques no son problemas policiacos

Caribe Hoy

altEl aumento dramático de crimen y violencia en Vieques son problemas que surgen de una sociedad capitalista en un contexto colonial. La falta de visión futura por parte de un gobierno que no puede ver más allá de sus cuatro años en control del presupuesto; una sociedad enfermiza por el consumismo y el individualismo; sistemas educativos fracasados que responden más al liderato político momentáneo que al bienestar presente y futuro de nuestros jóvenes; son solo parte de un cuadro tétrico cuyas consecuencias se describen con la sangre y la vida de nuestra juventud.

Hay que señalar, que mientras la crisis socio-económica, el crimen y la violencia también arropan al resto del archipiélago y buena parte de las ciudades grandes en EU, en Vieques la realidad histórica de la presencia militar añade un elemento devastador a la ecuación nuestra con nefastas implicaciones. El control que ejerció la Marina sobre 2/3 del territorio viequense por medio siglo estancó nuestra economía. Las expropiaciones militares en los años cuarenta y el desempleo que resultó del cierre de la industria azucarera y los planes de la Marina de seguir expropiando en los años sesenta, obligó a miles de viequenses a emigrar a la Isla Grand, a EU y a Santa Cruz. El rompimiento familiar que ocurrió en estos procesos agudizó la crisis social y debilitó el tejido social fundamental de la sociedad. La violencia – en particular, contra la mujer – que experimentó Vieques a manos de los militares en los años 1950 a 80’, la prostitución, las peleas, el alcohol y drogas, problemas sociales relacionados con todas las bases militares, contribuyó al debacle de valores y la resolución de conflictos que vivimos hoy.

Añadimos a todo esto, los procesos recientes de especulación con las tierras, el control extranjero sobre sectores claves de la economía (como el turismo) y el desplazamiento poblacional. El olvido del gobierno de Puerto Rico en relación a las necesidades básicos del pueblo viequense durante muchos años (empleo, vivienda, salud, educación, cultura, deportes, agricultura) es otro agravante en este cuadro histórico de violencia y marginación contra Vieques.

Así que, podrán enviar mil policías a Vieques y arrestarán a unos cuántos malhechores. Sin embargo, si no ataca las raíces sociales, económicas y políticas de esta situación, jamás mejorará nuestra calidad de vida. Y cada uno de nosotros, como padres, abuelos, tíos, hermanos, maestros, vecinos, lideres políticos y religiosos, tenemos que asumir nuestra parte de la responsabilidad por la crisis que vivimos y por encontrar las soluciones. No podemos confiar en los políticos, porque la historia no lo permite! Tenemos que organizarnos y lucha – como se hizo para terminar con el bombardeo – e impulsar un desarrollo saludable capaz de romper este ciclo horrendo de violencia que como otra fuerza diabólica, nos roba la paz y el amor.