Un jazmín tenue: Woody Allen descubre a San Francisco

Cine caribe

altWoody Allen, uno de los pocos directores de los EE.UU en el cine comercial, que puede darse el lujo de dirigir una película sin entrar en detalles de cuántas taquillas habrá de vender la película, nos acaba de obsequiar un nuevo trabajo fílmico: Blue Jasmine (Dir. Woody Allen, USA, 2013).  Es una película interesante, en el culto que en los últimos años Allen le ha ofrecido a ciudades del mundo, lo cual incluye su trabajo sobre Barcelona, Londres, Paris, y Roma. Ahora le tocó a San Francisco. La ciudad, no obstante, cuna del pensamiento occidental liberal en los EE.UU, no se refleja con claridad en este filme. En particular, porque la ciudad, la de las grandes colinas y carros moviéndose con rapidez en las bajadas o subidas, desaparece ante un drama fílmico muy problemático: como superar el fraude corporativo en la vida de la actriz principal Jasmine (Cate Blanchett) cuyo marido Hal (Alec Balwin) estafó a toda la ciudad de Nueva York, y luego en la cárcel se suicidó. Ella quedó destrosada con un hijo que la repudió, y se fue a vivir a casa de su hermana Ginger (Sally Hawkins) quien aparte de ser pobre, había tenido una vida muy desventajada en relación a su hermana. De paso ambas eran adoptadas, y tuvieron destinos de vida muy distintos.

La película se desarrolla a partir de la proletarización de Jasmine. La película va describiendo como le va a esta en la vida de persona asalariada en San Francisco. Esto hace la película interesante, pues no es un ángulo que se conoce mucho ni se afirma – la vida de los asalariados. No obstante la película recoge, en cuanto al fraude corporativo de Hal se refiere, la historia de vida del magnate de las finanzas de Nueva York, hoy convicto y encarcelado Bernard Madoff. En esto la película no es tan original.

En lo que el filme es muy complicado es en contar lo complejo y angustioso de la vida de Jasmine. La interpretación de Cate Blanchett la eleva a candidata a un premio Oscar. Se trata de una vida llena de tormentos y sufrimientos, cuyo rompimiento con el marido, el hijo y su propia familia, la dejan literalmente en la soledad. A fin de cuentas Jasmine termina esquizofrénica. En esta medida, la película deja de ser saludable y problematiza en negativo la vida de Jasmine en particular, y de las mujeres en general.

La película raya a veces en un discurso medio misógino y poco saludable a favor de las mujeres. En esta medida, la película, y sobre todo con la interpretación de la Blanchett, es profundamente problemática.

¿Debemos ver esta película? Sí y no. Sí, porque se trata de un filme de Woody Allen quien pasará a la historia como uno de los grandes cineastas de los EE.UU de todos los tiempos. No, porque esta es posiblemente su película más pobre en tratamiento justo al personaje femenino.

No obstante, al cine los cinéfilos. A pista los caminantes. Usted escoge.