La Cultura del Miedo

Caribe Imaginado

Reflexionando sobre la cultura tenemos que aceptar que hay ideas que se convierten en pura retórica. Tenemos todas las libertades culturales en Puerto Rico, esa es retórica, una mentira que se convierte en un lugar común. A medida en que el neoliberalismo se impone como una verdad sobre la realidad se va articulando una estrategia del miedo como instrumento de gobierno. Esa es la verdadera cultura que hemos ido creando. Incluso entre los grupos de izquierda, si es que quedan en Puerto Rico, esa apocalíptica del miedo se ha instalado. Esa perspectiva se transforma en una forma de imponernos las soluciones a los problemas, reales o inventados.

El gobierno ha detectado una nueva enfermedad. La población tiene que salir corriendo a vacunarse, treinta y dos muertes en un hospital, la crisis alimentaria se impone, claro que el fin de hablar de tal crisis es argumentar a favor de la biotecnología como alternativa alimentaria. En algunos municipios ese miedo se ha convertido en una forma muy obvia de control poblacional. Los grupos de ancianos corriendo de shopping center en shopping center haciendo ejercicios y asistiendo a charlas sobre enfermedades dadas por médicos que les dan descuentos en sus servicios. En Bayamón tenemos ese tipo de programas donde se explota a los viejos por medio del miedo. Yo lo he visto, como esos explotadores llamados médicos usan el miedo para sacarles los chavitos que les quedan a los viejos. He visto como el municipio explota a los viejos con el miedo como instrumento.

La crisis económica. Se acaba el país, ya no hay economía, dependencia, miedo, puro miedo como excusa para explotar a los trabajadores. Tenemos que quitarles el retiro a los empleados públicos, a los privados ya se lo robaron con el embuste neoliberal de los 401 k. Ahora los maestros, es que si no les quitamos los derechos de retiro no habrá dinero en quince años. La mentira como medio y el miedo como cultura.

Nos hemos ido acostumbrando a vivir con miedos. Lo que me preocupa es que ya no podamos salir de esa realidad. Ese miedo, que ha sido utilizado para dominarnos, se va constituyendo en una alternativa a la realidad. Nosotros vamos aprendiendo el miedo como cultura. Primero Cristóbal Colón con los hombres con rabos y un ojo en la frente. Luego la colonia con el holandés que viene a llenarnos. Después los negros levantándose en armas que nos amenazan desde Haití. Los americanos nos traen el miedo de la pobreza, que sin ellos no somos nada. Muñoz y el miedo de la libertad que no nos dejaría ser felices por que seríamos demasiado pobres. Y todos los demás que nos han enseñado a tener miedo. “Duérmete nene que viene el cuco”. El miedo como cultura es la experiencia del vaciamiento de nuestra propia realidad. Si ya no tenemos realidad, sino el miedo, ya no sabemos cómo vivir sin alguien que nos proteja. En la medida en que el sujeto humano se fragmenta por medio del miedo como instrumento de gobierno aumentan los libros de autoayuda y los medicamentos siquiátricos. Y nosotros seguiremos drogados, con una vacuna, con un pitillo, con una cerveza o simplemente con miedo. ¡Gracias Milton Friedman!.