El Gobierno de Puerto Rico, por vía del presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, acaba de anunciar que presentará legislación para utilizar un por ciento de la caña de azúcar, que en la actualidad se ha vuelto a sembrar en la Isla, para producir energía por vía de etanol. Se trata de un producto no fósil, renovable, que crea energía y fomentaría que los vehículos de motor se muevan con ese combustible en lugar de utilizar gasolina o diésel. La medida, una conjunta entre varios legisladores, insta al Departamento de Agricultura y al la Autoridad de Tierras a designar 65 mil cuerdas de terreno para producir caña de azúcar con el fin de facilitar la producción de 5 por ciento de combustible a ser utilizado por los automóviles en Puerto Rico.
La idea de la legislación invita a llevar el proceso hasta la utilización de casi 200 mil cuerdas para producir etanol, lo cual satisfaría la necesidad del 15 por ciento del combustible necesario para mover los automóviles en Puerto Rico. Es importante destacar que Puerto Rico es la jurisdicción en todo los EE. UU. con el por ciento más alto per cápita de automóvil por persona, siendo este de casi .75 autos por cada persona.
Dicho lo anterior, y reconociendo el entusiasmo de los legisladores, es importante destacar que la producción de caña de azúcar para propósitos de combustible tiene una gran limitación. Es destinar grandes predios de terreno a la siembra de caña de azúcar para fines no de consumo humano, sino para la utilización en la producción de un combustible no renovable aunque sí biodegradable, que incide en la industria automotriz. Es decir, más carros y menos comida. Esta fue la postura que en el pasado el Gobierno cubano, por ejemplo, por vía de su entonces presidente Fidel Castro, asumió en torno al debate del etanol.
Ya veremos qué pasa. Puerto Rico tiene una necesidad imperiosa de producir energía más barata que la actual y que consiste en el uso del petróleo. No obstante, la autosuficiencia alimentaria debe ir primero que la obligación de garantizar el movimiento de los carros.
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