A propósito de un café, me reuní con este artista del pincel cuyo talento es uno vibrante y por decirlo así, seductor. Es una mezcla lo clásico, con la modernidad y con la conciencia social. El maestro Ben Morales-Correa nace en San Juan y estudia Dibujo de la Figura Humana en los talleres de Young Museum of Fine Arts en San Francisco, California; e, ilustración, grabado y artes de comunicación en City College of San Francisco. En el verano de 1982, obtuvo una beca de $1000 para estudiar cursos en San Francisco Academy of Art. En 1995, obtuvo el Primer Premio de Fotografía de Archaeological Institute of America y la publicación Archaeology Magazine. A su regreso a Puerto Rico, laboró como director de arte y director creativo en varias firmas de publicidad locales por más de dos décadas. Realizó su primera exposición individual, Apariciones y Transformación, en el Taller de Fotoperiodismo en 2003. Desde entonces, ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Fue Profesor de Pintura en el Programa de Extensión de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, el Programa de Educación Continuada de la Universidad del Sagrado Corazón y los Talleres de Arte del Museo de Arte de Puerto Rico. Colaboró por cuatro años con la Fundación Felisa Rincón de Gautier como profesor de arte para las confinadas del Complejo de Rehabilitación de Mujeres en Bayamón, Puerto Rico. Recibió Mención Honorífica en el Primer Salón Bienal de AAPPR en Ponce, 2016. Ben Morales-Correa es miembro de la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Rico y la Asociación Puertorriqueña de Artistas Plásticos.
IM- ¡Bienvenido a este espacio, Ben! Al respecto de las profesiones, los talentos, los oficios del arte que suelen considerarse a menos en los núcleos familiares, ¿cómo reaccionaron en tu casa cuando te expresaste a favor de ser pintor?
BMC- Mi entrada al arte se da de la mano de mi padre, Clemente Morales Rodríguez. De él heredé mi habilidad para el dibujo. Mi papá era un serígrafo comercial, en la época en que se hacían anuncios y rótulos a mano en esa técnica para los autobuses y lugares públicos. Recuerdo a mis cinco años ver los libros de como dibujar y pintar que él poseía y aprender copiando de ellos. Mis padres siempre desearon que sus hijos, éramos cinco, estudiáramos hasta nivel universitario y tuviéramos profesiones más remuneradas. Yo me formé en Economía y Métodos Cuantitativos en UPR. Al ubicarme en San Francisco, decidí entrar más de lleno en las artes visuales.