Lo más interesante es el silencio del Partido Nuevo Progresista (PNP) sobre este evento. Ni Jennifer González, ni el gobernador de turno Pedro Pierluisi, se han expresado sobre el evento. Su silencio es mero oportunismo. Nadie se quiere vincular con Donald Trump, sobre todo en el PNP, como antesala al proceso electoral en Puerto Rico.
Puerto Rico en general, y el PNP en particular, han sido unos artistas en desarrollar una extraña relación con los EE.UU. Es una relación de conveniencia, la cual visibilizan o invisibilizan por momentos. En la actualidad, no importa el peso político de Donald Trump, ninguno de ellos se quiere ver asociado con él. Una vez gane, a la fuerza y por obligación, se tendrán que asociar con él según les convenga.
La otra opción es desvincularnos completamente del Partido Republicano, de Washington, y sobre todo de la injusta relación colonial. Para esto, necesitamos otros políticos, menos corruptos y oportunistas que los del PNP. Pensemos.
