Hay un silencio de flores
y arcanos desnudos, videntes.
¡Sobre la tierra, una serena
pesadumbre de luz violeta
Hay un silencio de flores
y arcanos desnudos, videntes.
¡Sobre la tierra, una serena
pesadumbre de luz violeta
Desde un rincón escucho al paciente del cuarto de al lado. Grita de dolor. Mami, entre sus propios gemidos, también lo escucha. Una voz me dice que ese hombre no tiene la suerte que tiene mami y añade una pregunta retórica al respecto: -¿Ella fue buena, verdad? -Me amó como nadie, desde que supo que estaba en su vientre, contesté.
Alejarse, desprenderse, soltarse, son verbos que buscan la luz de la misericordia y el calor del amor, a pesar de los pesares.
Las máscaras, a veces, no son evidentes. Clark Kent se esconde ingenuamente detrás de sus gafas, el Llanero Solitario, detrás de su antifaz y el resto usa mallas o armaduras para proteger su identidad. Aclaramos que ni los dioses ni Iron Man caen en este grupo. A ellos, la arrogancia, los delata.
Duermo ola
que me moja
al lado de las olas
en la cresta
entre las piernas algas
Desde el suelo
las puntas de las alas
se trastocan
Nadie se imaginará a dónde. Lo cierto es que ya no soporta más tanto asedio. No todos tenemos la misma reacción ante el deseo de rodearnos de afectos y palabras de admiración. Ella no nació para todo eso, ese es su carácter único.
Se confundía con el humo
era cada vez más nube
y nube entrelazada
una sobre otra
otra sobre muchas
Soy testigo de la luna y sus conejos. Laboro con los ojos de ella; pero sigo pensando en sus muslos de tabaco y bugambilias. Le miré el cielo de su cicatriz morada y me sentí tan sucio, tan humano.