Cerrar los ojos... ¿para qué?
Para mirar lejos de mí,
mirar las estrellas flotando
en el túnel inciertoCerrar los ojos... ¿para qué?
Para mirar lejos de mí,
mirar las estrellas flotando
en el túnel inciertoSolo escucho el aliento y mi fuego se va desierto.
Solo siento el murmullo y mi sueño huye desnudo.
Solo veo sus lágrimas y mil océanos hunden miradas.
“Los grandes espíritus son como las nubes:
recogen para derramarse.”
-Kalidasa (0375-0415)
Poeta de corte y dramaturgo indio
Segundo periodo de la literatura sánscrita
Hay personas que poseen en vida el poder de hacer amar un pueblo. Personas cuyo carisma cala en tantos que contraría la indiferencia. Cheo Feliciano es uno de esos cuantos.
Sigo caminando desde un sábado. Esta vez el tránsito viene acompañado de un calor de fuego incendiario. Pienso en el vapor casi soportable de la casa y quisiera no haber salido. Por los costados y un poco antes y después y yo desde mi espacio móvil, nosotros, esta masa colectiva, andamos hacia el propósito de la visita al Paseo de Diego.
Tenemos miedo a volar;
tenemos miedo hasta de sentir
los latidos del alma;
Al Maestro Gabriel García Márquez,
Hacedor de sortilegios y del asombro de leer,
In memoriam.
By morning he looked like a man who had fallen into a twenty-color print
press and been squeezed out, all bright and picturesque.