Estamos perdidos. Ser soldado no es una profesión cualquiera ni en Puerto Rico ni en la cochinchina; pero yo no lo elegí, me enlistaron, a un pobre jíbaro del Pepino. No puedo resistirlo. Las bombas son truenos que me revientan la sesera.
Creativo
Asesinos potenciales
Se busca asesinos potenciales.
La Fiscalía federal, en la Calle Chardón, tiene 12 plazas disponibles. Es verdad que es un empleo temporal y que no paga mucho, pero en estos malos tiempos un trabajito, aunque sea mal pagado, es mejor que nada. Además, a los aspirantes no ha de importarles tanto la paga como la honda, íntima satisfacción de sentir que el asesino en potencia que hay en ellos puede por fin realizarse en acto.
Cuando el silencio es violencia
Cuento Corto: Universos paralelos
La selva amazónica
Cuento Corto: La Bola
Cuento Corto: Al otro lado de la cerca
El pasado lunes 18 de marzo de 2013, El Post Antillano abrió una Convocatoria de Cuentos Cortos acerca de la Serie del Clásico Mundial de Béisbol. Recibimos 6 cuentos cortos, de los cuales uno quedó eliminado al no cumplir con el tema, ni la instrucción de las 1,000 palabras y/o una página.
Felicitamos a Edgardo Guerrero por obtener la mayor puntuación en esta convocatoria, presentando: coherencia en la línea argumental y estructura de cuento corto, manejo de la ficción, y el contenido narrativo que logró cautivar la atención. Agradecemos a todos los participantes y les invitamos a que lean los otros dos cuentos con mayor puntuación, hoy en nuestra edición de Página 0. Informamos a su vez que queda abierta la convocatoria a dos espacios más para publicarse el sábado 30 de marzo de 2013.
EPA
Cuento Corto: La emoción de la victoria
Aunque había demasiada nieve en la St. Nicholas, Ransé se deslizaba aquella noche por las aceras entre los gritos de los fanáticos del béisbol para entregar la última orden de la noche. Había tomado la llamada en Caridad justo a las diez, cuando ya los muchachos del delivery se habían ido. Es una regla no hacer entregas a esa hora, pero el cliente le insistió amablemente con un leve retintín suplicante. Por eso corría hacia la 183 cargando las dos órdenes de chicharrones de pollo sin hueso y empanizados con moros de gandules y maduros.