Voces Emergentes
Entre luces con Lynette M. Pérez Villanueva
Lynette Mabel Pérez Villanueva nace en Moca, Puerto Rico en el 1976. Trabaja en National College, tiene una Maestría en Artes del Lenguaje de la Universidad Interamericana. Es ganadora de premios nacionales e internacionales y sus obras han sido publicadas en revistas literarias en Latinoamérica y España. Sus obras son: Imaginería (2010, Isla Negra), Psicodelias urbanas (2012, edición de autor), Ciclos (2015, edición de autor), y Piel de laboratorio (2016, edición de autor). En Mundo cero (2013, Ediciones Verde Blanco) es coautora. En Mujer moderna (2013, Ediciones Verde Blanco) y Ars Memoriae (2014, Ediciones Verde Blanco) también es coautora. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico y en el Festival Grito de Mujer y también ha sido periodista cultural.
La independencia en arroz y habichuelas
Parte 1
Llegó el día en que los Estados Unidos decidieron, por nosotros, que lo mejor es seguir por rumbos separados, y lo indicado es sentarnos a la mesa a establecer los acuerdos sobre los derechos adquiridos, las deudas vigentes, y la transición a ese nuevo destino.
¿Qué está haciendo Puerto Rico frente al cambio climático?
Amnesia histórica: mujeres relegadas en la lucha nacionalista
Nationalist Heroines: Puerto Rican Women History Forgot, 1930s—1950s
Princeton, NJ: Markus Wiener Publishers, 2016. 347 págs.
El más reciente trabajo investigativo de la doctora Olga Jiménez de Wagenheim, catedrática emérita de Rutgers University- Newark, New Jersey, representa la culminación de una larga trayectoria dedicada, con pasión y rigurosidad, al estudio, análisis, divulgación y enseñanza de la historia de Puerto Rico y su diáspora. Constituye también una importante aportación al estudio del rol de las mujeres en el prolongado y extenso mapa de la lucha independentista de Puerto Rico. Co-editora, con su esposo, Kal Wagenheim, de un texto central y ampliamente difundido en escuelas y universidades norteamericanas, The Puerto Ricans: A Documentary History (1973), son de su autoría un texto importantísimo sobre el Grito de Lares, El Grito de Lares: sus causas y sus hombres(1984) o en traducción Puerto Rico’s Revolt for Independence: El Grito de Lares (1984) y de otro libro en inglés sobre la historia de la isla hasta 1900, Puerto Rico: An Interpretative History From Pre-Columbian Times to 1900 (1998).
Compasión compartida: la pérdida de la madre
Esta semana Facebook me recordó que mi mamá tuvo cáncer terminal. No que necesitara que me lo recordaran. Hace un año el médico no le pudo decir que no era posible remover su páncreas. Cuando comenzaron la operación, estaba muy avanzada su enfermedad. El médico llorando me dijo que mi madre se iba a morir en los próximos meses y él no tenía la fuerza para decírselo. Cuando llamaron que tenía que hablar el médico conmigo, yo sabía que estaba pasando. La enfermera me dijo que fuera positiva, pero yo sabía. Me senté en el banquito del patio del hospital, sentía que me iba a ahogar en mi pena. Consideré que mejor me podía morir yo.
Mónica Puig, Javier Culson: Un pueblo en el discurso de la gloria y la caída
James Cleveland Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Uno podría imaginarse a este atleta perfecto y vivaz como una antorcha, pasearse con sus tres records mundiales ante el respingado proscenio de Adolfo Hitler, Hermann Goring, el esquelético Rudolf Hess, el santiguado Heinrich Himmler, y el siempre campante Joseph Goebbels con una guerra total donde ni él ni su familia sobrevivieron; el suicidio fue su trampa. Uno podría imaginarse al garboso de Hitler, sudando poder con sospechas orgásmicas saludando a los atletas alemanes, arios, diseñados a tijera y diestra antiséptica; y uno goza imaginando a este atleta negro de Oakville, Alabama, hecho de sonrisa perlada y cuerpo mimbrado, rebasar la meta, una, y otra y otra tercera vez, como sortilegio tallado en una burbuja de Jazz-Hitler solo escuchaba a Wagner, porque según él, para entender a Alemania solo se lograba escuchando a Wagner-y ese “extranjero’’ derrotando a sus atletas de manicura, de cuerpos impecables, lozanos como una Valkyria -¿infinita?- en fin lo adusto de Hitler que en verdad era criminal apenas soltó para una sonrisa ante el implacable dios de las pistas, bajo su gran estadio; el prodigio Jesse Owens, en verdad, lo abrumaba.
10 razones para dejarse el Afro al natural
El tema del cabello al natural sigue ganando adeptos en Puerto Rico. Artistas como Tego Calderón, Choco Orta y Dulce Coco, entre otras renombradas figuras, llevan a flor de piel el orgullo por el cabello afro al natural. Es un asunto histórico y cultural, un orgullo de ser negro. Pero cuando se trata de belleza y de vanidad femeninas, es imperativo ahondar en otras razones que sustenten como positiva la transición al cabello natural. La mentalidad eurocéntrica del pelo estirado como medida de belleza y formalidad troncha estos esfuerzos. Las diferencias culturales son solo eso: diferencias. Las diferencias entre las personas no implican que una persona sea mejor que la otra. Así ocurre con nuestro cabello. La textura, largo, color o peinado de nuestro cabello son parámetros de juicio muy limitados con los que medir la calidad humana de ningún ser. Los estereotipos impuestos por una mentalidad opresora imprimen que lo blanco es lo bello, y que el cabello rizo y ondulado o crespo merece “domesticarse”. Esas mentalidades engranadas en la psiquis femenina y como presión general en la sociedad, amarran a millones de mujeres alrededor del mundo a nocivos tóxicos, muchas veces comprados con gran sacrificio, con tal de lucir “bella” y presentar una imagen “profesional”.