Para poder entender la naturaleza monopolística, criminal, irresponsable y
corrupta de LUMA, debemos escarbar un poco en la historia reciente de las
gobernaciones en Puerto Rico. Sin lugar a duda, siempre ha habido
corrupción en la administración pública. Las oligarquías económicas
dominantes, invariablemente, se valen del control del poder gubernamental y
del endeudamiento del país para incrementar su riqueza en detrimento de las
necesidades de la población en general. La crisis de la deuda, la imposición de
la Junta de Supervisión Fiscal y LUMA son el resultado de esos desmanes.