La palabra colonia se deriva del latín, que a su vez se deriva de colono. En la historia y la política se define una colonia como un territorio que está bajo el control de otro país o colonizador. Desde los tiempos de Grecia, al país que fundaba una colonia se le conocía como la Metrópolis. Los romanos, griegos y fenicios fundaron colonias en Europa. La ciudad alemana Colonia lleva etimológicamente el nombre ya que fue una colonia romana. Colonia es la cuarta ciudad alemana más grande y está localizada a ambos lados del Río Rin y a solo 80 millas de Bélgica. Es famosa por su catedral y por su universidad. Otra clase de colonia
La palabra colonia se deriva del latín, que a su vez se deriva de colono. En la historia y la política se define una colonia como un territorio que está bajo el control de otro país o colonizador. Desde los tiempos de Grecia, al país que fundaba una colonia se le conocía como la Metrópolis. Los romanos, griegos y fenicios fundaron colonias en Europa. La ciudad alemana Colonia lleva etimológicamente el nombre ya que fue una colonia romana. Colonia es la cuarta ciudad alemana más grande y está localizada a ambos lados del Río Rin y a solo 80 millas de Bélgica. Es famosa por su catedral y por su universidad. 
Cuando el querido amigo y compueblano, José Luis Colón González, se comunicó conmigo para solicitar las instalaciones del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico para la presentación de un libro del cual es su editor principal junto al querido amigo Néstor R. Duprey Salgado, dije inmediatamente que sí. Según me explicó, se trata de un libro que intenta proyectar la figura de don Ernesto Ramos Antonini desde una perspectiva multidimensional. Pero la llamada de mi compueblano no se limitaba a solicitar el uso del Colegio, sino que interesaba que fuera yo quien presentara su libro. Debo decir que esta segunda solicitud fue como un baño de agua fría, sobre todo cuando me dijo que el libro tenía alrededor de 900 páginas. Pensé en el enorme cúmulo de trabajo que me arropa por estos días, pero a un vegabajeño nunca se le dice que no; así que acepté la encomienda y aquí estamos. Y, bueno, quiero aclarar que ahora, cuando la encomienda ya está casi cumplida, me siento agradecido de haberla aceptado, pues me ha permitido tener un acercamiento integral a la figura de don Ernesto Ramos Antonini. 
Este país sí tiene futuro, este país tiene un norte y ese norte lo marcan los estudiantes de nuestras universidades. Particularmente los estudiantes que componen y forman parte del mayor centro educativo público de Puerto Rico: la Universidad de Puerto Rico UPR.
Un tema recurrente en estos últimos días es que tenemos que re-inventarnos. Para algunos, particularmente para los asalariados, el re-inventarse es un ejercicio desconocido cuyo aprendizaje puede causar mucha ansiedad. No obstante, para personas que viven de crear arte, el hacer malabares es pan nuestro de cada día. 
A mí que nadie me diga lo contrario, durante esta serie mundial de pelota todos los puertorriqueños y puertorriqueñas hemos experimentando un gran sentimiento nacional colectivo. A la hora de la verdad cuando se trata de deportes, cultura, arte y música en esta patria no hay colores. Todos gritamos y vitoreamos al mundo que somos boricuas “pa’ que tú lo sepas”. 
En general detesto las cucarachas y los ratones. Los asocio con suciedad, bajedad y con gentes desconfiables. Digo en general, porque hay cucarachas y hay cucarachas. Y hay ratones y hay ratones.
Cuando era más joven tenía la costumbre de leer con mucho entusiasmo la columna llamada “La risa remedio infalible” que publicaba la revista Readers Digest. Era una colección de chistes humorosos que a mí me daban risa. Eran chistes rosados, pero ingeniosos. 
Recientemente falleció el licenciado Charles Hey Maestre, uno de los abogados más reconocidos en Puerto Rico por una vida dedicada a la lucha por los derechos civiles y al acceso a la justicia, particularmente en cuanto se relaciona a la prestación de asistencia legal a los pobres, los perseguidos y otras víctimas de derechos civiles.