La poética de Eddie Ferraioli surge como un quejido desgarrador, al estilo de la serie de cuadros El grito (1893), del noruego Edvard Munch (1863-1944). Según muchos críticos de arte, en El grito se manifiesta la angustia existencial del ser humano incapaz de manifestar todo aquello que le abrumaba. Así pues, encuentro que hay un paralelismo entre el cuadro de Munch y la primera muestra poética de Ferraioli ya que, por muchas décadas, él no podía comunicarse verbalmente, para transmitir con palabras todo lo que sentía.
Caribe imaginado
Humanidad en extinción
El esquimal tiene goteras en su iglú
De los cielos abiertos al minúsculo grano de arena
migrará sin posibilidad
de un retorno
¿Acaso nos olvidamos de ellos
al hablar del oso polar, de las focas y los leones marinos suicidas?
Los hijos de la resiliencia
Ombrofobia
Hace unos meses descubrí que padezco de ombrofobia; eso me dijo el psicólogo. Con ironía le comenté: “Yo no tengo problemas con los hombres; ninguno de los que he conocido me provoca fobia. Es más, que nos haríamos sin los hombres.”
Cuando el médico escuchó mis palabras aguantó la risa y me preguntó si sabía el significado de la palabra ombrofobia. Le contesté que ombro me sonaba a hombre y fobia significaba temor. El psicólogo me aclaró que la ombrofobia es tener un miedo incontrolable a mojarse con la lluvia. Al escucharlo, me quedé pensativa y le mencioné: “Pero cómo puede ser eso posible. De niña me fascinaba correr en la lluvia.”
Palmadas
A los instantes perdidos de lo cotidiano
Los brazos inmensos
la voz de trino de pájaro
un balbuceo en mis labios.
Contigo aprendimos a caminar cantando
manos preparadas para una mesa
con deliciosos manjares
porque hasta una raja de aguacate
sabía a algodón de azúcar
Tres micro cuentos
Paz interior
Al despertar
soy las espinas
aferradas a la flor
solemne y marchita
sin resquebrajarse