Soy un árbol
te siento… florecer
en mis ramas
tu divinidad
en mi savia
y mis hojas.
Angelus Silesius,
Inquietud de la huella, Siglo XVII.
Soy un árbol
te siento… florecer
en mis ramas
tu divinidad
en mi savia
y mis hojas.
Angelus Silesius,
Inquietud de la huella, Siglo XVII.
“El que nada quiere para sí, dirá la verdad siempre”[1]
Las políticas laborales establecidas durante más de 50 años, colmadas de múltiples errores provocados, entre otros, por el voluntarismo, la improvisación, el analfabetismo sobre esta importante esfera y ciertas posiciones oportunistas, e ignorar que esta política tiene que fundamentarse en la ciencia del trabajo, han producido incongruencias con los principios marxista-leninistas, frenando el desarrollo socioeconómico y la formación de valores ético-morales necesarios para la construcción del socialismo.La comparecencia de víctimas del conflicto armado en Colombia en los diálogos de paz de La Habana, constituyó un paso crucial en el reconocimiento de sus derechos y brindó un espaldarazo al proceso iniciado en el 2012 para poner fin a la guerra. Los integrantes del primer grupo de afectados por la dilatada confrontación que acudieron a la mesa de conversaciones el pasado fin de semana, calificaron de trascendental la reunión con las guerrilleras FARC-EP y el gobierno de su país.
1. Introducción:
El Caribe es la región geopolítica con mayor cantidad de países que lo integran. Sin embargo a pesar de tener intereses políticos, económicos hacia un desarrollo común (como bloque organizado en lucha por su propio bienestar y futuro), las colonias y neocolonias del area caribeña se mantienen aisladas en detrimento de su propio desarrollo.
Las razones históricas corresponden a la etapa mercantilista del desarrollo del capitalismo europeo que conquistaron las tierras americanas y establecieron en ellas colonias dirigidas a su explotación capitalista, situación que como consecuencia, hasta el presente, se mantiene. En palabras de Edgardo Rodríguez Julia en su obra “Caribeños” citando a Elías Canetti (pag.270) expresa: “..Nuestros pueblos caribeños nacieron de la codicia, el expolio, la confusión, la equivocación que convirtió el Paraíso en Infierno.”Los soberanistas vuelven a levantar cabeza en el seno del PPD. Para un historiador, resulta paradójico hacer esa afirmación. La dialogía y las tensiones entre los soberanistas y los colonialistas en esa organización es, desde mi punto de vista, una marca genética de la misma.
El PPD de 1938 era una organización soberanista e independentista cuyo liderato había sido fichado como radical y peligroso por el Buró Federal de Investigaciones (FBI). Por lo menos eso se deriva de la lectura del expediente 100-5745, abierto en 1940, a fin de controlar las actividades de Luis Muñoz Marín. Guy Hottel, agente especial a cargo de la indagación, describía a aquel líder como “the ranking official of the Communist Party in the West Indies and the Caribbean Sea area”.