En días recientes, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, nos informó que le alquiló a un empresario privado 1.7 cuerdas de terreno del parque público Luis Muñoz Marín. La cesión de derecho público se hizo por concepto de arrendamiento a 15 años, extendible por 10 años más para un total de 25 años. Durante ese periodo, el empresario habría de desarrollar canchas para jugar fútbol y voleibol de playa, como un club privado, al cual los usuarios deberían pagar $80.00 USD, por hora. No obstante, la alcaldesa nos informa, que alquilar no es privatizar, y que en 25 años el parque sería devuelto al estado, y su condición mejorada.
Pensamos que la alcaldesa Cruz, quien representa la facción nacionalista de izquierdas del partido oficialista, Partido Popular Democrático, no ha entendido el mensaje. Toda cesión de derechos patrimoniales, que permita la explotación para fines privados, es un acto de privatización. Esto es un detalle muy importante al cual hay que prestarle suma atención. En particular, porque un parque central, de uso masivo, no puede crear espacios para explotación de forma privada, al cual el pueblo de forma general no tenga acceso que no sea pagando.
El parque Luis Muñoz Marín ha sido siempre administrado por el gobierno municipal de San Juan. Ha tenido instancias de administración privada de algunos espacios del mismo, como lo fue Punto Verde, un parque de propiedad cooperativa que operaba una instancia del parque Luis Muñoz Marín.
No obstante, lo que hace distinto el momento actual, es las posturas que la alcaldesa, Cruz y sus asesores, muchos de ellos de facciones nacionalistas de izquierda, como lo son el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), han asumido en torno a debates sobre público y lo privado, y el bien común. En esta medida, un proyecto administrado de forma cooperativa, como lo fue Punto Verde, es más cónsono con posturas de izquierda y de un nacionalismo progresista, que el mero hecho de privatizar para beneficio de un empresario, abiertamente capitalista.
Según la alcaldesa Cruz, se abre una importante oportunidad para desarrollar canchas de fútbol y de voleibol que de lo contrario el municipio no tendría la capacidad de hacerlo. Ahora bien, ¿no pudimos haber hecho lo mismo con una cooperativa de jugadores o de líderes comunitarios, a beneficio de los usuarios?
Alquilar para explotación abiertamente comercial, es un acto de privatización más. Entre esto, y decirle al pueblo, que “así es la vida” (such is life), como enarbolaba un empresario la administración de Luis Fortuño; no hay mucha diferencia.
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