La reinvención del movimiento obrero

Historia

El movimiento obrero atraviesa momentos críticos que requieren de la mayor creatividad para superarlos. Tiene a su haber importantes victorias y el logro de derechos adquiridos que han permitido que los trabajadores sindicados tengan mejor calidad de vida y condiciones de trabajo dignas. La tendencia histórica ha sido luchar por preservar esos derechos y la permanencia en el empleo de cada trabajador.

El presente demanda que el movimiento obrero organizado conciba nuevas formas de contribuir al desarrollo de la sociedad puertorriqueña y aporte para que el país levante de los serios problemas económicos y morales que afronta. El sindicalismo tiene que pasar de ser receptores del empleo que provee el gobierno y empresa privada, a ser gestores de empleos. ¿Cómo puede eso ser posible?

Propongo lo siguiente: crear una Comisión, escogida por consenso de dirigentes de los cuatro o cinco sindicatos más importantes del país, de no más de nueve miembros (para facilitar llegar a acuerdos). Debe incluirse dos economistas, dos abogados, un ciudadano del interés público y cuatro dirigentes obreros que se escojan por consenso. Esa Comisión tendrá entre otras tareas, hacer gestiones con el movimiento cooperativo para gestionar fondos de los que se tiene en reserva para estimular el consumo, con la propuesta de que un treinta por ciento de esos fondos se usen para estimular la inversión en la creación de empleos. Otra meta a cumplir es hacer un inventario de los edificios abandonados que hay en los setenta y ocho pueblos, para hacer un consorcio con los municipios para limpiarlos, pintarlos, reconstruirlos y dedicarlos a fines educativos y productivos, tales como enseñar a pintar, hacer artesanías en diversos materiales, hacer música entre otras posibles ocupaciones de interés social.

El objetivo es que los sindicatos junten fuerzas, recursos económicos y mano de obra de trabajadores que formaron parte del sindicato y perdieron su empleo, o empleados voluntarios que quieran contribuir a tiempo parcial en la reconstrucción de los edificios abandonados inventariados. Se pueden habilitar locales para la organización y habilitación de estructuras que se destinen al funcionamiento de comedores sociales que provean alimentos a desempleados y estudiantes a bajo costo. Estos comedores sociales deberán adquirir sus alimentos de agricultores criollos, de modo que se estimule la producción agrícola tanto a nivel vegetal como animal. El modelo cooperativo también puede ser un esquema de organización para el funcionamiento de estos comedores sociales.

El grupo encargado de generar actividad económica y creación de empleo para los sindicatos, debe identificar áreas de asesoramiento que le sean necesarios y procurar que la universidad del Estado, con sus diferentes colegios regionales, le provea asesoramiento de profesores voluntarios, que en conjunto con estudiantes de materias afines, puedan asesorar en la tarea de rescate para servicio público, de edificios en cada municipio. Lo elaborado no agota posibilidades, es numerus apertus, como dicen en derecho. La idea de autogestión propuesta, posee un inmenso potencial de generar trabajos que fortalezcan la economía regional.

Juntar los líderes sindicales a identificar recursos humanos y materiales, a compartir su expertise, a organizar por regiones y peculiaridades municipales las empresas que se creen, requiere un gran desprendimiento y la domesticación del ego que conspira para que ello no ocurra. El movimiento obrero puede perder miembros con la nueva reestructuración del gobierno y la economía local no cuenta con el potencial para absorber los nuevos desempleados. El reto del movimiento obrero es insertarse en la dinámica de ser empresarios y gestores de empleos que garanticen producción y estabilidad a los obreros que se inserten en el proceso de fortalecer sus sindicatos aportando su mano de obra.