La Iglesia Católica y el matrimonio de los curas: ¿hablamos de un cambio de paradigma de género?

Justicia Social

La única razón por la cual los curas son hombres y no se pueden casar tiene que ver con el año cero; la cosmovisión del primer apóstol, o el primer papa, Jesús; y más que nada con una tradición que se dio como buena y válida. Pero realmente hablando, en las santas escrituras, la Biblia, no existe nada que diga sobre este particular. Ante esta situación, ayer el Papa Francisco revolucionó el credo, a los feligreses y sobre todo, una vez más compuso una noticia que fue viral, y que nos despeja ante otros problemas terrenales que tenemos hoy con la Iglesia Católica alrededor del mundo: los casos de pedofilia cometidos por los curas.

El Papa Francisco nos propone superar dicha condición de celibato impuesta, pues la misma no tiene nada que ver con el dogma cristiano, sino con una tradición que se impuso en la Iglesia Católica, la única de las religiones fundacionales del judeocristianismo que asume esta postura. Como bien apuntara no se trata de un “dogma de fe”. Simplemente se trata de una práctica cultural que la Iglesia Católica se autoimpuso.

Ahora bien, la urgencia para el padre Jorge Mario Bergoglio, hoy el Papa Francisco, yace en los múltiples problemas que aquejan hoy a la Iglesia. En particular, los casos de pedofilia, que alrededor del mundo, y de forma reciente en Puerto Rico, han cuestionado la integridad de esta sacra institución. Pero más que esto, el Papa Francisco también se enfrenta a un problema práctico: ¿cuál es el futuro de la Iglesia Católica en cuanto al tratamiento a los curas y su vida íntima y privada?

En días pasados, el Papa Francisco recibió una misiva firmada por 26 mujeres que hoy sostienen relaciones de amor, serias y dignas, con curas afiliados a la Iglesia Católica. Esta es una situación que promueve el diálogo. De otra parte, las otras iglesias, también católicas, como la Ortodoxa Griega y la Iglesia Católica Copta permiten que sus curas se casen. No obstante es la dominante, la que origina el Vaticano, la que lo prohíbe.

En fin, que será bueno para los creyentes como para los miembros de la estructura de dicha institución milenaria abrir este debate, como ya lo han hecho en el pasado. Lo que uno espera es que el mismo, finalmente, llegue a una conclusión distinta y que se permita, para hacerle justicia al tema, a los curas tener su propia vida privada e íntima. A fin de cuentas, no es cuestión de dogma de fe.

Crédito foto: Tomaz Silva/Abr, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commns (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0/br/deed.en)