Sr. Richard Carrión: ¿quién debe tributar?

Economia Solidaria

El primer banco de la Isla, el Banco Popular de Puerto Rico, por vía de su presidente Richard Carrión, indicó en conferencia dictada ayer, ante el Colegio de Contadores Públicos de Puerto Rico, que se debe reformar todo el sistema de contribuciones de Puerto Rico para iniciar desde cero. La idea propuesta por Carrión no es nueva, no obstante, la misma se produce en un momento de crisis económica en el País, donde este tal parece que no reconoce la profundidad de la misma y lo que promueve con sus palabras es desinflar las arcas del Gobierno. Entonces nos preguntamos, detrás del mensaje de Carrión, en serio, ¿quién debe pagar contribuciones en Puerto Rico?

Es curioso, pues la propuesta de Carrión va dirigida a que las corporaciones vean reducida su tasa contributiva de 39 por ciento a un 25 por ciento. Esto en apariencia podría crear un repunte económico. Por otro lado, y de forma ligera, promueve mayor transparencia y que se simplifiquen las contribuciones. Esto sin lugar a dudas puede ser una idea interesante. Lo problemático es que el valor del pago de las contribuciones no está en el indicador tributario que impone el Estado; más que nada está en la capacidad de pago del contribuyente. Desde esa mirada, no es lo mismo una corporación familiar de dos miembros que tengan que pagar 39 por ciento si sus ingresos anuales no sobrepasan los $60 mil dólares. De otra parte, no es igual para una multinacional bajo franquicia en Puerto Rico, que genera sobre $20 millones de dólares y cuya tasa de ganancia hay que examinarla bajo el crisol de los beneficios pagados a sus accionistas durante dicho año. No son las mismas empresas.

Escuchar lo dicho por el presidente del banco, Carrión, es sumar su postura a otras que los propios sectores corporativos y adinerados de Puerto Rico están planteando en estos días: el problema es que el Gobierno es muy caro, no importa cómo, por lo cual hay que reducirlo o "desregular" sus funciones para que las cumplan las entidades privadas desde la sociedad civil. Es curioso, que según Richard Carrión, el gobierno invierte .9 centavos para cobrar contribuciones por cada dólar recobrado. Su comparación indica que en los EE. UU., las jurisdicciones invierten 2.2 centavos por cada dólar recobrado.

En otras palabras, la conclusión de Richard Carrión no es contraria a otros coros, en parte de la prensa corporativa, que dicen lo mismo: el Gobierno es costoso e ineficiente. Esta es la forma de pensar que se está imponiendo en estos días: que el País lo regulen y controlen los grandes intereses. Es curioso, pues nunca escuchamos, ni del presidente del banco ni de otros sectores corporativos, una invitación a que si no es el Gobierno, que sean sectores cooperativos, sin fines de lucro, corporaciones propiedad de los trabajadores, los que controlen.

A fin de cuentas, la crítica como el mensajero hoy, nos comparten la misma respuesta: la solución a los problemas del País no puede contar más con los mismos protagonistas para resolverlos. Necesitamos que otros interlocutores, otras formas de capital no corporativo, intervengan en esta coyuntura. ¿Podría dar alguna respuesta el movimiento cooperativo en Puerto Rico? Ellos dirán.

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