Alejandro García Padilla o la revolución que nadie soñó

Economia Solidaria

Hay un libro escrito por el intelectual chileno Fernando Mires, titulado La revolución que nadie soñó en la era post-moderna. Puerto Rico hoy vive una lógica como la propuesta por dicho libro en el 1996.

Por un lado, el cuarto banco de origen puertorriqueño, Doral Bank, demanda al Gobierno de la Isla para reclamarle que le reembolse un dinero adeudado. Dicha conversación cuando el Gobierno ha proclamado su incapacidad por garantizar el cierre del presupuesto al 30 de junio y su falta de capacidad para tener los fondos suficientes para el próximo presupuesto fiscal que inicia el 1 de julio. Ante esta crisis financiera, donde hasta los grandes intereses se oponen al Gobierno, el gobernador de la Isla por el oficialista Partido Popular Democrático, Alejandro García Padilla, se vio confrontado ayer por los sindicatos más poderosos del País, de varias corporaciones y agencias públicas. Estos lograron detener ayer diversos servicios esenciales a la población, lo cual profundizó no solo en el malestar de dichos empleados unionados, sino en la población en general que vio el caos de forma muy poco simpática para con el Gobierno.

En otras palabras, vivimos un caos económico desde el año 2006, cuando la economía nacional entró en constricción y luego entró en los niveles recesionarios de los cuales aún hoy no salimos, y donde hemos aprendido a vivir con indicadores negativos de crecimiento. No podemos pasar por alto que esta semana, que ha sido tan convulsa a nivel de las protestas de todos los sectores, vino precedida por el informe del Banco Gubernamental de Fomento, el banco del Gobierno de Puerto Rico, que indicó el miércoles de la semana anterior que el Índice de la Actividad Económica (IAE) había empeorado en un 1.3 por ciento de decaimiento, lo cual nos dejaba en un decaimiento general de menos actividad en los pasados ocho años de 3.3 por ciento de pérdida.

El cuadro no es halagador, no obstante, el Gobernador nombró a la Lcda. Maite Oronoz Rodríguez al Tribunal Supremo de Puerto Rico. La promoción de la Lcda. Oronoz Rodríguez de forma confusa no han sido sus credenciales y experiencia jurídica, sino su preferencia sexual, siendo una persona miembro de la comunidad LGBTT. La forma en que el Gobierno vendió a su candidata no es lo importante, lo importante es como su preferencia sexual se inserta en la crisis económica.

Puerto Rico es de los pocos países en el mundo que, dada sus múltiples condiciones coloniales, nunca vivió una revolución liberal. Menos, una guerra por independencia. No obstante, la presente administración, ante la crisis económica que vivimos en el País, lo único que ha logrado hacer es adelantar una agenda liberal, muy bien dirigida a los sectores intelectuales y medios del País, quienes jamás se podrían oponer a la designación de la juez-candidata Oronoz Rodríguez o a la legislación pro comunidad LGBTT que se aprobó en Puerto Rico en el 2013. No obstante, al día de hoy, luego de muchos intentos, la condición económica del País no mejora y finalmente distintos sectores sociales se han tirado a la calle.

Pues bien, hemos llegado al momento de una tormenta económica, que tiene por base la falta de igualdad económica, donde tanto los grandes intereses como los sindicatos protestan. Pero todo esto en el medio de adelantar una agenda liberal y progresista, que incluye la importante acción de nombrar a una persona abiertamente de la comunidad LGBTT a ser parte del Tribunal Supremo. Sí, se trata de un momento único: la revolución que nadie soñó.

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