Fundación de la Parroquia de Lajas

Historia

La devoción cristiana de los pobladores de Lajas queda demostrada con la importancia que los residentes del barrio Sabana Yeguas, barrio principal del que sería municipio, demostraban al cumplir con todos los ritos de la Iglesia. Las familias lajeñas asistían a misa, ya fuera a San Germán o Cabo Rojo, según al pueblo que le quedará más cerca. Sin embargo, las lluvias y las plagas eran impedimentos para los fieles que evitaban su asistencia a misa y otras festividades eclesiásticas debido a la pésima condición en que se encontraban los caminos que unían a la villa lajeña con los pueblos aledaños.

La familia Jácome Pagán y Cancel construyó en sus terrenos en el sector el Cerrete la primera ermita en Lajas en 1795. La ermita estuvo consagrada a la Virgen de la Candelaria y a San Blas, santos asociados a la tradición de las Islas Canarias de donde procedían la mayoría de los primeros habitantes del futuro municipio. La importancia de la ermita quedó demostrada cuando el obispo Zengotita la visitó en 1798 durante la Semana Santa.

El matrimonio al que le debemos tanto la fundación del pueblo como su consagración a Nuestra Señora de la Candelaria y a San Blas, don Teodoro Jácome Pagán y Cancel y doña Juana Antonia Nazario, contrajeron matrimonio en 1803. Cuando en 1810, don Teodoro es nombrado alcalde de la Aldea de Lajas, una de sus prioridades fue la construcción de un templo en un lugar céntrico y accesible para los feligreses. En 1814 la ermita se muda a una loma adyacente a quebrada conocida como El Chorro. El párroco de la ermita lo fue don Antonio Vélez de Matos (Ca. 1780-1843), párroco de la capellanía de Cabo Rojo y natural de la capital de la Isla.

El 1816 marca dos hitos importantes en el proceso de fundación de la parroquia de Lajas, primero la ermita es destruida por el huracán Santa Prisca y doña Juana Antonia Nazario fallece. Doña Juana Antonia dejo dispuesto en su testamento que se separara un predio de 10 cuerdas para la construcción de una iglesia, pero no es hasta 1821 que la capellanía de San Germán construye una nueva ermita.

La reconstrucción de la nueva ermita no fue tarea fácil porque la capellanía de San Germán quería que los lajeños asistieran a misa a la Villa. Los vecinos se quejaron. El padre Luna, vicario de la Villa de San Germán solicitó que la administración gubernamental escuchara las quejas de los vecinos que pedían un santuario consagrado a la Virgen de la candelaria. El gobierno nombró una comisión para atender las quejas de los vecinos integrada por José Barrientos, José M. Vélez y Juan Milán. Para 1823, Lajas contaba con un párroco auxiliar, don Rafael Muñoz López (1788-1845), natural de la Ciudad de Montilla, en el Reino de Córdova, España.

En 1880 un grupo de propietarios lajeños solicitó del obispo y al gobernador de la Isla, don Fernando Eulogio Despujol, la separación de la parroquia de la de San Germán. Entre los solicitantes estaban R, Milán, Liborio Pagán, Francisco Vélez, Carlos Bahr, José María Mercado, A. Fabbiani, Juan Ronda, José Ortiz, Pascasio Camacho, Juan Cancio Ortiz, José Feliú y Pedro Rodríguez. A pesar de la oposición del sindico Rodolfo Dávila, la petición fue aceptada por la corporación. La decisión se basó en que Lajas tenía 8,000 habitantes a los cuales les era difícil trasladarse hasta la iglesia en la Villa de San Germán. Dávila renunció a la corporación municipal.

El pueblo de Lajas se separa de San Germán el 1 de julio de 1883, al año de haberse fundado el municipio de Lajas la parroquia es segregada de San Germán. El 20 de agosto de 1884, el obispo, don Juan Antonio Puig y Monserrat aprobó la separación. El 30 de agosto de 1884, mediante decreto el gobernador general y el gobernador eclesiástico anuncian que ha sido nombrado para cura de la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, el presbítero Augusto Caimaris y Torres (1837-1897), natural de Ciudadela de Menorca y que había estado laborando como Cura Coadjutor de Lajas desde 1872. Cabe señalar que este mismo presbítero indicó en el Libro 12 de Bautismos de esta Parroquia, en el folio 162 vuelto, y luego del acta 757, una nota al final escrita y firmada por él donde se lee: «En esta fecha queda erigida esta auxiliar en Parroquia independiente. Lajas 1 septiembre 1884»

El templo construido a finales del siglo XIX sufrió grandes daños durante el terremoto de 1918. Fue reconstruido a principios de la segunda década del siglo y ha sido remodelado por lo menos en tres ocasiones más.

La primera mitad del siglo XX nos muestra una Iglesia Católica lajeña comprometida con la educación secular al establecer una escuela el 22 de agosto de 1938, la Academia San Luis. La academia, originalmente para estudiantes de escuela secundaria, se establece gracias a las iniciativas de Monseñor Torres Rodríguez. Los cursos se enseñaban en los bajos de la residencia de doña Edna Tomei y en la antigua Casa Parroquial. La primera graduación de la escuela se celebró el 8 de junio de 1941 en el desaparecido Teatro Rairi. Recordemos que Lajas carecía de escuela superior y los estudiantes tenían que estudiar en San Germán.

En general el siglo XX fue de grandes plácemes espirituales para la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria porque bajo su ministerio cristiano se formaron dos pilares de la Iglesia Católica Puertorriqueña: Luis Cardenal Aponte Martínez y Monseñor Ulises Casiano, Obispo Emérito de la Diócesis de Mayagüez.

Lajas también ha sido cuna de otros servidores del Señor tales como: Monseñor Marcos Pancorbo Ortiz (Ponce), Padre Francisco Acosta (q.e.p.d.), Padre Edgardo Acosta (Sabana Grande) y varias monjas Hermana Divina Gracia Sepúlveda y la Hermana Luz Leida Visot Acosta, entre otras.

La Iglesia entra al siglo XXI reafirmando sus principios y valores cristianos y honrando a todos los lajeños que con su compromiso y dedicación han ayudado en la formación de una gran comunidad que con orgullo reclama ser Lajas, Ciudad Cardenalicia y Monseñorial.