Cuba y Puerto Rico: ¿deberían compartir los servicios médicos?

Economia Solidaria

Ayer en El Post Antillano destacamos en la sección de Salud que en Cuba las operaciones para llevar a cabo amputaciones por razones de la diabetes han sido reducidas o eliminadas en un 78 por ciento de los casos. Esto, sin lugar a dudas, constituye un acierto para la medicina. Pero más que nada garantiza que las personas afectadas podrán mantener su integridad física y, más aún, su autonomía y capacidad de movimiento. ¿Podríamos los boricuas tomar ventaja del sistema de salud cubano, el cual a fin de cuentas es superior en algunos renglones al nuestro?

Indudablemente, los intercambios comerciales entre Puerto Rico y Cuba hoy son administrados y supervisados por el Departamento del Comercio y el Tesoro de los EE. UU. Este es el que dispone que no pueda haber intercambios comerciales con Cuba, salvo uno que otro que beneficia al gran capital o capitales intermedios especializados de dicho país. ¿Pero las necesidades de Puerto Rico se podrían beneficiar y, por ende, podría haber algún tipo de legislación alternativa para nosotros? De existir causas humanitarias, ¿se podría excusar a los boricuas de cumplir con las obligaciones del Departamento de Comercio de los EE. UU., y de paso ir a buscar remedios médicos en Cuba?

En los pasados años, Cuba ha desarrollado todo un programa de asistencia médica para los pueblos del Caribe y América Latina, titulado Operación Milagro. Por medio de este programa, pacientes necesitados de este hemisferio van a Cuba a operarse de problemas en la vista, en particular de tener cataratas. Es curioso, pero se ha dicho que algunos municipios en Puerto Rico han organizado giras médicas a Cuba. Todo esto, sin lugar a dudas, de forma callada y secreta. Pero hay muchos puertorriqueños que alegadamente se han beneficiado.

Entonces, si reconocemos que en algunas cosas los cubanos tienen una mejor medicina social, mientras en otras, en particular en lo que es pruebas de laboratorios, Puerto Rico está muy avanzado, entonces: ¿por qué no intentar un intercambio médico cualificado entre ambas naciones caribeñas? Sería por razones humanitarias, y esta es una excepción al embargo de los EE. UU. contra el pueblo cubano, acto que no necesariamente el pueblo puertorriqueño endosa. La mesa está servida. Pensemos.

Crédito foto: Piotr Bodzek, MD, Wikimedia Commons, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)