La escuela pública

Economia Solidaria

En el último año el ataque a los trabajadores, maestros, pobres y ahora la escuela pública se ha incrementado por parte del Gobierno y de la prensa colonial. Todos los días salen noticias sobre lo mal que está la escuela pública y de la necesidad de reformarla. Tratan de hacer ver que las crisis que sufre el País es de alguna manera culpa de estos sectores.

La realidad es que el 70 por ciento de la población usa o ha usado en el pasado la escuela pública. A la mayoría de los que leen este boletín el sistema público les sirvió bien, a usted, a sus hijos, nietos y a los miles de puertorriqueños que se educaron en el mismo y que son el mayor caudal de recursos que tiene este pueblo.

Detrás de este ataque quieren ocultar los verdaderos culpables del deterioro en el sistema público y el País en general. El primer culpable es el Gobierno estadounidense por su injerencia en nuestro sistema educativo. Imponen criterios y filosofía educativas ajenas a nuestra idiosincrasia. Cosas como No Child Left Behind (NCLB – 2001), pruebas estandarizadas (PPAA), hechas para que las metas de las escuelas sean aprobar las mismas, pero que están diseñadas para que se fracase. Su visión no es crear estudiantes con pensamiento crítico. Peor, ni siquiera son un buen modelo educativo. El Programa for International Student  Assessment (PISA) en el 2012 clasificó a los Estados Unidos, número 38 en la lista de 66 países, 36 en matemáticas, 28 en ciencia y 24 en lectura entre los países desarrollados.

El supuesto control de la educación pública es parte de la ilusión del Gobierno propio para maquillar la colonia. Hasta los años 50’s el control  de la educación pública era la herramienta escogida para la aculturación y asimilación del boricua.

Hoy esa táctica es disfrazada con el supuesto control local del DE que no lo es porque las directrices son impuestas por el Gobierno estadounidense. Los segundos son el PPD y PNP, ambos partidos coloniales y neoliberales que han llevado la educación pública a su precaria situación. La mayoría de su liderato no estudió en el sistema público, ni le interesa su sobrevivencia. La politiquería, contratos leoninos con sus empresarios amigos, corrupción y sobre todo su ineficiencia han llevado una agencia que recibe 3.4 mil millones al año a esta situación.

Las escuelas no reciben el dinero, se desperdicia entre empresas privadas, 300 millones este año en 19 contratos. Un ejemplo, al principio del semestre escolar el “Departamento de Educación gastó 30 millones de dólares en contratos a dos compañías extranjeras para establecer los estándares a niños puertorriqueños (Ed Count LLC y Pearson). Once millones más para Houghton Mifflin Harcourt y Braxton Schools” 1 para unos seminarios acerca de los nuevos estándares. Con ese dinero pudieron haber pagado el sueldo de un año completo de cientos de maestros que hacen falta, pero prefirieron premiar a sus amigos.

Los terceros culpables son los empresarios y prensa comercial (que son los mismos) que quieren quedarse con el presupuesto millonario del Departamento de Educación. Aquí debemos señalar a la familia Ferré Rangel, dueños de El Nuevo Día, con su campaña diaria de descrédito del sistema público. Su meta es justificar que la empresa privada privatice y se quede con el sistema público.

Para ello se han inventado el frente Agenda Ciudadana y su Plan Decenal, también está la fundación Ana G. Méndez y todos los chinchorros educativos que se han creado para dar tutorías e impulsar las escuelas chárter.

Ellos nos quieren hacer ver que la empresa privada es más eficiente cuando la realidad es que en Puerto Rico parte de la crisis económica es precisamente porque la empresa privada no tiene la capacidad ni eficiencia para crear empleos. Basta recordar que solo tenemos un 39 por ciento de participación laboral.

Los ciudadanos puertorriqueños queremos una educación de calidad para nuestros hijos y familia. La reforma educativa es necesaria y viable, pero solo es posible si salimos de los culpables de la crisis, este debe ser nuestro primer paso.

Crédito foto: Roca Ruiz, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)