“Hablando sobre buitres del pasado y el cine político borincano”

Historia

¿Por qué en Puerto Rico existen tan pocas películas de tinte histórico-político? ¿Cómo es que en una isla donde impera la obsesión y fijación política, no se refleje dicha realidad más a menudo en el medio cinematográfico? ¿Exactamente qué cohíbe a cineastas y productores puertorriqueños en tratar temas históricos y políticos de su país con seriedad? Debemos reconocer que la escasez de este tipo de producciones en nuestro repertorio filmográfico es una situación que resulta algo irónica, curiosa y hasta sorprendente.

Sin embargo, de la misma manera también se debe hacer hincapié sobre los excelentes ejemplos que tenemos de proyectos centrados en temas histórico-políticos como lo son “El resplandor” (1962), “El hombre esperado” (1964), “Despierta boricua” (1971), “Destino Manifiesto” (1974), “La operación” (1982), “La batalla de Vieques” (1986), “No” (1986) y más recientemente “Seva Vive” (2008); entre otros. Pero es el grupo Tirabuzón Rojo quien mejor representó un ataque a la fibra de nuestra existencia socio-política mediante la producción de películas para principios de la década de los setenta del siglo pasado. Entre sus aportaciones se destacan “Puerto Rico, paraíso invadido” (1970) y “Denuncia de un embeleco” (1975). El taller Tirabuzón Rojo fue nuestra respuesta a la explosión del movimiento vanguardista del Tercer Cine (que surge en la década de los sesenta y setenta en América Latina, el norte de África y algunas regiones sureñas asiáticas). La importancia de estas películas recae en su compromiso de servicio, de usar el medio cinematográfico como una herramienta, como un arma.  Desafortunadamente,  muy poco se hace para mantener viva en nuestra conciencia la memoria de tales trabajos.

Recientemente, el cineasta Tito Román Rivera logró gran éxito con su documental “El Antillano”; sin duda una de las mejores cintas puertorriqueñas de estos últimos años y que figura como una obra de introspección tanto histórica y política. Ahora también, el novel cineasta Irvin Díaz arroja su nombre para contribuir al pote de producciones cinematográficas histórico-políticas puertorriqueñas con la adaptación de la novela “El cerro de los buitres” del reconocido escritor y profesor Wilfredo Mattos Cintrón. La trama de la novela está anclada en los eventos ocurridos en el Cerro Maravilla el 25 de julio de 1978. La obra de Mattos Cintrón forma parte de un quinteto de novelas detectivescas de las cuales dos; “Desamores” (2004) y “Las dos caras de Jano” (2008), ya se han convertido en largometrajes. Hace poco tuve la oportunidad de charlar con el señor Díaz acerca de su encomienda. Al preguntarle sobre qué le motivo a realizar una adaptación de una novela como su ópera prima, este me contestó que simplemente conectaba con el tema y con Wilfredo Mattos como persona, pero lo más importante era el hecho de que trataba sobre un acontecimiento, que en su opinión, se ha ido olvidando. “Aquí se perdieron dos vidas que prometían” manifestó Díaz. El cineasta también expresó que el personaje principal le interesó mucho porque “la historia se desarrolla del punto de vista de una persona en dos mundos. La batalla contigo mismo es lo que tiene esta novela y eso fue lo que me captivó.” Además me confesó que el mayor reto que enfrentan es el de financiamiento y por tanto actualmente se encuentra trabajando una campaña que busca levantar fondos para su proyecto, pautado a comenzar filmación en enero del año próximo. Cualquier persona interesada en contribuir con la campaña deberá dirigirse a la siguiente dirección electrónica:

https://www.indiegogo.com/projects/el-cerro-de-los-buitres-the-hill-of-vultures

En relación a la situación de películas puertorriqueñas con temas histórico-políticos, Díaz concluyó “me encantaría que sigan llegando, que se sigan produciendo porque increíblemente apoyamos producciones extranjeras del mismo tipo y no a las nuestras, y eso es lamentable”. Hay que hacer un mejor esfuerzo para preservar lo nuestro, independientemente de ideologías o filosofías de vida. Hay que mantener viva la historia en nuestra conciencia. Que los hijos de esta tierra jamás permitan se borre de su memoria colectiva los atropellos, las glorias, el sufrimiento, la alegría, el sudor y la sangre que adoquinan la identidad borinqueña.

Crédito foto: vcheregati, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)