Desde el pasado año, El Post Antillano ha seguido detenidamente los pasos a una organización sin fines de lucro que desde el 2013 se originó bajo un propósito artístico y socioeducativo: la Asociación de Artistas de Circo y Artes de Calle de Puerto Rico, conocida generalmente como ACirc.
Y aun cuando muchos probablemente la conocerán por su titánica labor para llevar a cabo en la Isla el ya tan esperado evento de Circo Fest, que este año se realizará del 5 al 15 de febrero, incluyendo talleres para artistas, la magna función circense en el Viejo San Juan y una minigira por diversos municipios, la mencionada organización trabaja incansable y visiblemente para desarrollar una conciencia colectiva sobre la importancia del Arte como instrumento social y de educación con un enlace internacional, más allá claro de su objetivo de entretenimiento.
Así que este diario que brinda una especial atención al entramado cultural por considerarlo un pilar en la evolución histórica de una sociedad, no puede más que generar información que permita el conocimiento acerca de la labor diaria que propugnan iniciativas como esta. De modo que ACirc visita festivales, escuelas, museos y cualquier otro lugar receptivo a la expresión artística, y además ha creado Espacio abierto, un lugar de “entrenamiento libre” para los artistas, ubicado en el Viejo San Juan, e imparte diversos talleres para la educación continuada de los compañeros dedicados a las artes.
De manera que como tan maravillosa tarea es generada desde la creatividad y entrega de seres humanos, hoy reconocemos a los miembros fundadores de ACirc: Maximiliano Rivas, Maite Rivera, Anais Nadal, José Carreño, JP Eaglin y Gustavo Castrodad.
Finalmente, como evidencia clara de cuánto ha calado el proyecto y el desempeño de ACirc, muchos fueron los que se sumaron a la recaudación de fondos para la realización de Circo Fest 2015 que tenía la intención de llegar a los $10,000. No obstante y aunque al cierre de la convocatoria había sobrepasado los $5,0000, hubo un colaborador anónimo que quiso donar el dinero restante para que ACirc llegara a su meta.
Nada, que cuando se hacen las cosas con amor y compromiso colectivo, todo redunda para el bien común. Gracias, ACirc.
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