Rosario Bléfari y el proyecto Sue Mon Mont en la Argentina

Voces Emergentes

Entrevista a la escritora, actriz y cantante Rosario Bléfari, que el próximo sábado presenta el primer disco de su nueva banda Sue Mon Mont, junto a Tomas Corley (batería y percusión, de Los Reyes del Falsete), Marcos Díaz (bajo, guitarrista de Bosques) y Gustavo Monsalvo (guitarras y teclados, de Él Mató a un Policía Motorizado).

Artista múltiple, Rosario Bléfari parece incontenible. Mientras continúa con sus diversos proyectos personales, ha formado un supergrupo de la escena Indie local: Sue Mon Mont. El año pasado editaron un disco homónimo, que superó las muchas expectativas que este agrupamiento había generado. En esta charla nos cuenta del presente de la banda, a pocos días de presentar ese gran disco.

APU: En una charla anterior , cuando comenzaba la banda, nos decían que era una apuesta, un conocerse y ver qué podía pasar. Ya con el disco en la calle, ¿cómo ven la banda hoy? ¿Cuál es su relación con las expectativas y las opiniones que generan?

Rosario Bléfari: Estamos muy contentos con las primeras reacciones de quienes escucharon el disco, no sabíamos qué iba a pasar después de las escuchas de los ensayos que habíamos colgado en un primer momento en soundcloud. Podía ser que el disco no alcanzara lo que esperaban a partir de esa primera aproximación, porque el resto de las canciones no les interesara o por el sonido o porque se hubieran aburrido de esperar. Pero por suerte recibimos una ola de "lo escucho todo el tiempo", "me gusta el disco entero" y por supuesto preferencias de algunos temas, pero bastante variadas esas preferencias. Este disco recién comienza para nosotros. De hecho le pusimos 2015 en la tapa porque temíamos no tenerlo listo para diciembre, es decir que no saliera por alguna contingencia de la fábrica antes que terminara el año. Así que quedó adelantado pero por suerte pudo estar este verano entre alguna gente que se enteró de su existencia.

Al menos se enteraron todos los que nos vieron aquella primera noche de lluvia del 2013 cuando tocamos por primera vez y algunos cantaban las canciones en el mismo momento que la escuchaban y no podíamos creerlo. Nuestras expectativas ahora son tocarlo en vivo, hacerlo sonar en vivo, y hacer escuchar las sucesivas canciones que vamos sacando nuevas. Porque nos está pasando que empezamos también a sacar nuevas canciones, a ponerlas en marcha y estamos  muy entusiasmados con eso porque nos demuestra hasta ahora que no fue una magia inicial, de pura suerte o que se da solamente una vez -eso de juntarnos sacar un tema y enseguida hacerlo sonar bastante cerca de como más nos gusta-, que es algo que se nos da. Tenemos un camino a recorrer en ese aspecto, de nuevos temas y por lo tanto de nuevos desafíos musicales al mismo tiempo de volvernos mejores intérpretes de nosotros mismos en la ejecución de Sué Mon Mont, el disco.

APU: Es Sué mon mont también un diálogo generacional, con una referente de una escena musical que todos comparten al frente. ¿Cómo se construye desde ahí la banda? ¿Cómo dialogan saberes y experiencias?

RB: Es un diálogo tácito, no hacemos ninguna mención de la música que conocemos bien o nos gusta salvo al pasar, o para hacer un chiste con lo que no nos gusta, pero no para ponernos de acuerdo sobre cómo tocar un pasaje, son más vale comentarios entre tema y tema, como algo marginal al acto de tocar. Todo el tiempo nuestra experiencia y saber está en diálogo y es muy lindo ver cómo cada uno cuando aporta una observación o una forma de tocar algo, la línea que inventa para el bajo, un corte de la batería, un pasaje melódico de la guitarra, un momento improvisado de la voz, vamos todos escuchándonos y escuchando la enorme marea de las cosas en común que hemos escuchado y la impresión que podemos tener sobre eso.

Puede haber diferencias, puntos de desencuentro,  pero entonces nos desviamos y buscamos un nuevo cauce en común, nadie hace lo que no quiere hacer, a veces puede dar un poco de vergüenza cuando tocas con personas que no conocías tanto o con la que tampoco hablaste tanto de música como para conocer cada uno de sus gustos o disgustos, da vergüenza a veces pasar -tocar, cantar, proponer, algo que a los otros les desagrade, pero estamos en una etapa en la que podríamos detenernos y decírnoslo en el momento. Creo que fue algo que desde el comienzo se dió, de no dejarnos pasar algo que no nos sintiésemos orgullosos de estar tocando juntos. Al principio podía ser más difícil, por no saber cómo decir, cómo aceptar un rechazo sin ofenderse, pero pasó muy pocas veces, en algún detalle, y cuando fue algo más grande como en la elección de qué tema tocar o cuestiones de la tapa rápidamente evadimos conflictos, cediendo y yendo al encuentro de algo donde confluir. Creo que muchas bandas tienen esa relación, no es algo tampoco fuera de lo común. Tal vez es sorprendente en este caso porque nosotros no éramos amigos, hermanos o del mismo barrio, nada de eso previo, no había una relación previa. Realmente no hay un director, todos tiene mucha personalidad y bueno, vamos llevándolo bastante bien, en forma equilibrada, caótica, espontánea, en nuestro trato. Puede sentirse en un ensayo cómo todos parecen estar en el mismo lugar de fuerza, como los tensores de una carpa.

APU: Todos tienen otros proyectos, otras bandas. ¿Cuál es el dialogo de Sué mon mont con ellas?

RB: No sabría contestar esto sin mis compañeros, mi visión es como si fuésemos completamente otros, incluso yo con respecto a mis bandas anteriores, Suárez y la de solista, es realmente otra cosa. Podemos todos mencionar algo que estuvimos haciendo con la otra banda, un viaje, una anécdota, un plan, pero es como si se tratara de una vida paralela, pero sin conflicto ni celos, también como de movida fue así, sabiendo que éramos de otras bandas. También creo que se produce una especie de recreo de la otra banda para todos, pero a la vez cuando se van -o nos vamos porque yo también anduve tocando con "La vida gigante" el año pasado-, a tocar con los otros, eso se transforma en un recreo de SMM, así que es positivo siempre.

Me alegra personalmente cada vez que me cuentan cosas que hacen o van a hacer, si son cosas lindas claro, recitales que salieron bien, planes de discos, lo que sea y cuando se cuenta alguna desventura, también está bueno porque da una sensación de comunión, donde podemos compartir cómo les pasan a todos cosas parecidas, de esa forma es como tocar con músicos que somos a la vez unas especies de arterias que conectan muchas bandas. Eso les suele pasar a los músicos que tocan como nosotros en más de un proyecto. Es muy bueno y es algo nuevo. Porque tampoco se trata de sesionistas, con todo el respeto, pero que también podrían decir yo toqué con tal con cual, pero que están siempre un poco más de afuera, acá somos en todos los proyectos arte y parte.

APU: Han editado una cuidada versión en CD, con Murmullo discos, que puede conseguirse en las diversas disquerías existentes. ¿Cómo fue la experiencia de seguir apostando al formato físico de la música?

RB: Era imprescindible, somos de viajar y cuando vamos a otras ciudades siempre nos preguntan trajeron discos, a todos nos pasa y qué íbamos a contestar. El disco sigue siendo una cosa que las personas queremos tener. Y por eso lo fabricamos, para seguir llevando en las valijas y bolsos a la hora de tocar, y además así es como financiamos la grabación también. La venta del disco es importante para que exista el disco también como cosa virtual, como concepto álbum, el estudio, la gráfica, todo. Es el objeto que se lleva, se trae, se guarda, se pierde, se cuida, se vende, se regala, se rompe. El objeto.

APU: Las letras recorren paisajes del amor, y tienen un ámbito recurrente en los trenes. ¿Qué conexión encontraron allí?

RB: Trenes, colectivos, autos, justamente hemos tenido que viajar por la ciudad, venir desde el punto donde cada uno vive o por donde anda, vivimos en puntos distantes y a la vez nos movemos mucho. Por lo menos eso escucho de los demás y de mí. La ciudad nos obliga a desplazamientos constantes en transportes públicos o como sea. La idea del desplazamiento está asociada a la música que también nos permite viajar estando quietos, desplazarnos por el tiempo. Hoy en día, la gente escucha música mucho en los transportes y a veces lee también pero ¿cuántos van con auriculares? a veces son casi todos. Parecen todas de amor las letras, pero son de amistad, desamistad y desamor también, amores filiales, amores fraternales, amores imaginarios. La relación con las personas a través del tiempo. Ese es el gran tema. La misma miel, que es una canción de amistad, lo pone simple: fuimos muy amigos, muy unidos, tanto hasta hartarnos,  nos alejamos y entonces volvemos a sentir la necesidad de reunirnos en honor a las cosas que compartimos: la misma miel. Lo pendular, el ir y venir de los sentimientos, en las relaciones con los demás, que a su vez es lo que nos liga al mundo y nos define en cada otro.