Cuba insiste en los parques de golf

Voces Emergentes

Los planes para construir más campos de golf en la “Cuba socialista” vuelven a ser noticia durante este mes de septiembre, y esta vez con informaciones más explícitas y definitivas.

A inicios de este año la compañía estatal cubana Grupo Palmares (empresa responsable del desarrollo del golf en función del turismo) y la compañía británica Esencia Hotels and Resorts, constituyeron la primera empresa mixta asociada al desarrollo de inmobiliarias, al fundar The Carbonera Golf and Country Club.

Ese primer proyecto comprende la construcción de un campo de golf con dos mil unidades inmobiliarias, un centro comercial, y un hotel, en las proximidades de Varadero; inversión los 350 millones de dólares.

Recordemos que en el conocido balneario turístico de Matanzas cuenta en la actualidad con el Varadero Golf Club, campo de 18 hoyos construido antes de 1959 por la familia Dupont.

Según el director de Negocios del Ministerio de Turismo, José Reinaldo Daniel Alonso, ya se concluyeron las negociaciones para la constitución de la segunda de estas empresas mixtas asociada al desarrollo de inmobiliarias. Esta empresa tendrá como socios por la parte cubana a Palmares, y el capital foráneo será colocado por la firma china Beijing Enterprises Holdings Limited. Se desarrollará en la zona de Bellomonte, al este de la capital, de acuerdo con el sitio Cubadebate.

Estos convenios con China fueron suscritos en La Habana, en junio de este año.

El país prepara ahora otros dos proyectos más en el occidente: uno ubicado en la zona de El Salado, al oeste de La Habana, y otro en Punta Colorada, en Pinar del Río, ambos con la participación de empresas españolas.

Además, se priorizan otras inversiones en zonas como Santa Lucía, al norte de la provincia de Camagüey, y Covarrubias, en Las Tunas.
Pero las informaciones publicadas sobre los planes para Cienfuegos dan muchos más detalles sobre las ambiciosas perspectivas de los “actualizadores” cubanos, quienes ahora con Murillo al frente del Ministerio de Economía, tendrán el camino más allanado.
Según Luis Enrique González, delegado del Ministerio de Turismo en esa provincia, se fomentan allí nueve campos de golf, con más de 22 mil 400 habitaciones de hotel en su entorno.

La planificación, a concretarse entre 2018 y 2019, pretende la creación de dos polos en la costa sur de la provincia, en terrenos que suman unas dos mil 400 hectáreas en su conjunto, según datos de Prensa Latina.

Se trata de Rancho Luna‐Pasacaballos, a unos 20 kilómetros de la capital provincial, polo que comprenderá seis campos de golf de 18 hoyos cada uno y 16 mil 614 habitaciones, divididas entre hoteles, apartamentos y villas.

El segundo será Playa Inglés‐La Tatahagua, a unos 60 kilómetros de la cabecera y más cercano a Trinidad, y prevé la construcción de tres campos de golf y una capacidad de alojamiento de cinco mil 820 cuartos.

El proyecto en esa provincia cuenta con intenciones de financiamiento externo que no fueron rebeladas.
De manera general, la prensa oficial ha dado una cobertura discontinua y sesgada sobre los avances en este tipo de proyectos. De tal modo, se desconoce si el correspondiente a Playa Guardalavaca, en la oriental provincia de Holguín, aún se mantiene, sobre todo después de conocer que la crisis hidráulica al oriente de la isla se mantendrá por más años.

Desde 2011 se había asegurado que el Consejo de Ministros había aprobado cuatro proyectos iniciales en las provincias de Holguín, Pinar del Río, La Habana y Matanzas. Específicamente el de Guardalavaca ascendía a más de $455 millones de dólares, y era promovido por un consorcio de indígenas canadienses.
Para la promoción de estas empresas mixtas para el desarrollo de inmobiliarias vinculadas a campos de golf, el país cuenta como principal incentivo la concesión del derecho de superficie por 99 años o perpetuidad.

Los directivos del turismo en la isla no han desaprovechado ninguna oportunidad para vender la idea a potenciales inversores de que vengan a construir campos de golf.

Reveladora fue una conferencia de prensa ofrecida en 2012 por Alexis Trujillo, viceministro primero de Turismo de Cuba, en el Hotel Nacional, frente a decenas de periodistas que cubrían la visita del Papa Benedicto XVI a la isla.

Allí Trujillo informaba que “se prevé la construcción de 13 nuevos campos de golf ‐los cuales están en diferentes momentos de negociación‐, y el montaje de varios parques temáticos”.

En un encuentro con la prensa en enero de este año, otros voceros del turismo cubano insistieron en las oportunidades de negocios para crear más empresas mixtas dedicadas a la construcción y operación de hoteles, desarrollo inmobiliario asociado a campos de golf, contratos de administración y comercialización, además de franquicias en el exterior.

Por su parte, en esa ocasión Daniel Alonso insistió en la disposición del MINTUR de examinar intereses de inversión foránea en áreas que aún no están explotadas, con potencialidad.

Aunque ahora empiezan a concretarse, estas iniciativas se concibieron desde 2011, con la Estrategia Integral de Exportación de Servicios (EIES), que señalaba al turismo en la isla como uno de sus grupos potenciales, a pesar de que ya había entrado en un “período de meseta” del cual no ha salido.

La EIES propone comercializar paquetes o soluciones integrales, promocionar los modos de suministro donde el cliente de poder adquisitivo superior se traslade al territorio nacional para recibir el servicio, de modo que este tenga acceso a otros más, y así multiplicar las utilidades totales.

Cuba cuenta en la actualidad con otro campo de golf, además del de Varadero: el Habana Golf Club de Capdevila, en la capital; pero esa cantidad resulta insuficiente.
Desde la lógica de una ganancia rápida y significativa, es preciso un mayor impacto en cuanto a infraestructura, de ahí que los planes vayan por la construcción de marinas, campos de golf, y las inmobiliarias asociadas a ellos; aunque ello no aporte a la autosostenibilidad.