El misterio de la felicidad o el cine argentino está migrando

Cine caribe

No soy argentino. No viví la terrible etapa de 1976 a 1983, donde se impuso una dictadura militar fascista. Lo que sí he hecho es ver cine argentino desde que tengo uso de razón. Y resulta que en tiempos recientes dicho cine va transitando por un proceso migratorio, donde la época depresiva, melancólica y, sobre todo, sin alegría, comienza a transformarse. Películas recientes, como Relatos Salvajes (Dir. Damian Szifrón, Argentina, 2014), constituyen un punto de ruptura con el cine que lo antecede. Tal parece, para ser justos, que es el año de 2014 el que representa el cambio, pues El misterio de la felicidad (Dir. Daniel Burman, Argentina, 2014), es parte de ese nuevo esplendor del cine argentino, donde tal parece que la tristeza quedó atrás. 


El misterio de la felicidad incorpora caras conocidas de la actuación en Argentina como lo es Guillermo Francella (Santiago), quien como parte de este cine migratorio a la felicidad, nos deleitó hace unos años con Corazón de Léon (Dir. Marcos Carnevale, Argentina, 2013). Ahora, en El misterio de la felicidad, es el socio de Sergio Boris (Sergio), con quien desde pequeño han sido amigos y de grande comparten una tienda de aparatos electrodomésticos. Así las cosas, la felicidad era la rutina aparejada a ser socios similares o casi iguales. Hasta que un día Sergio se desapareció y a partir de este punto se desarrolla la trama de la película.

Sergio desaparece y llega Laura (Inés Estévez), su esposa. Esta llega a sustituirlo, pero también a tratar de desempacar la desaparición de su marido. Sergio nunca vuelve aparecer a lo largo del filme, salvo muy al final, y como todo en la imaginación, nunca sabremos si pasó o no pasó. Lo cierto es que por casi una hora y 45 minutos, la película nos lleva por un camino de una felicidad dulce, pero no cómica. Es sentirnos bien, todas y todos a los 50 años. Es, como diría el fenecido cantante de soul estadounidense, James Brown, “feel so good” (se siente bien). 

Dicho lo anterior, me parece que el texto oculto de la película es realmente la historia de los desaparecidos en Argentina. En esta medida, la película enarbola un discurso jurídico en torno al desaparecido, que legalmente se define como “el ausente”. Esta parte del filme me provocó mucho interés. 

¿Qué pasa con usted cuando está ausente? Literalmente hablando, y más allá de su búsqueda, la vida continúa. Eso es lo que pasó en esta película, para Santiago como para Laura, la búsqueda de Sergio, el amigo y el esposo, los dejó luchando por vivir y ser felices. Linda película en este sentido. La vida, como es.

Me encanta el nuevo cine de Argentina. Menos depresivo, más humano y muy real. Vayan a ver El misterio de la vida sin reserva alguna. Se compran una botella de vino y se la disfrutan.