Fui a verla, pues pensaba que era parte del nuevo cine migratorio argentino. Pero en realidad, es simplemente el noveno filme del realizador español David Trueba. Se trata de Vivir con los ojos cerrados es fácil (Dir. David Trueba, España, 2013). Una película que ya todo el planeta había visto, y que finalmente se estrenó en Puerto Rico recientemente.
La película intercala un hecho verídico: en el 1966, el Beatles John Lennon intentó dejar la agrupación y se mudó a Almería a producir y participar en una película titulada de Cómo gané la guerra (Dir. David Lester, Reino Unido, 1967).
Entonces este hecho se junta con la historia de un maestro de inglés de Albacete, Antonio (Javier Cámara), quien era fanático de dicho grupo musical y lo utilizaba para dar clases de inglés en su escuela. Ante el hecho histórico, el personaje de la película se dispone a ir en un fin de semana para conversar con Lennon y pedirle que se publiquen en los discos de la agrupación la letra de las canciones.
Así las cosas, Antonio sale en un minicoche Seat, en dirección a Almería, y en el camino incorpora a dos jóvenes errantes, que por distintas razones y de forma separada, se unen a la travesía. Estos son Belén (Natalia de Molina) y Juanjo (Francesc Colomer). El resto es cine, y usted debe verla para saber cómo le va a los estos tres personajes y qué pasa con su vida cuando llegan a Almería.
Lo interesante de la película podrían ser dos detalles: por un lado la crítica insuficiente a la dictadura de Francisco Franco en España que en el momento que transcurre en la película estaba en su forma más violenta. La represión de la cultura política se traducía en la cultura social. Ahora bien, salvo un letrero en una montaña, uno nunca se entera de que Franco era un dictador.
El otro momento de la película es ese del encuentro con Lennon. Independiente de la ficción, el mismo sirve para adelantar un pensamiento pacifista y transformador. Estuvo este bonito.
La película no es la mejor de David Trueba. Es realmente hablando una película insuficiente. Pero el paisaje de lo que se vive en Almería en la década de 1960 es interesante.
Vaya a verla a su propio riesgo.